Desde el día de hoy, Rusia interrumpirá el flujo de gas a Polonia, tras su negativa a efectuar los pagos de importación en rublos. PGNiG, empresa energética estatal de Polonia, anunciaba ayer que Gazprom le había enviado una notificación informando del cese total de suministro de gas ruso a Polonia a partir del 27 de abril. El viernes pasado había finalizado el plazo puesto por Moscú para que las compras de gas se abonaran en su moneda.
Las declaraciones del gobierno polaco han intentado tranquilizar a la población, asegurando que no habrá problemas de suministros. Y aunque es cierto que Polonia ha ido encontrando otras fuentes (como el GNL americano o quatarí, opciones todas ellas bastante más caras), lo cierto es que será complicado sustituir su dependencia de Rusia (un 26% de su gas, 64% del petróleo y 15% del carbón procedían del país eslavo), y pueden acabar teniendo problemas de escasez una vez se vayan agotando sus reservas.
Unas horas más tarde del anuncio polaco, el Ministerio de Energía búlgaro anunciaba que su mayor empresa de distribución de gas, Bulgaraz, dejará de suministrar gas natural a partir de mañana. Bulgaria, muy dependiente del gas ruso (hasta un 90%), también se había negado a efectuar los pagos en rublos.
El pulso de sanciones que mantienen la Unión Europea y los EEUU contra Rusia sube un nuevo escalón: se trata de la primera vez que el Kremlin cierra el grifo de gas a un país desde el comienzo de la operación militar en Ucrania. Un movimiento con el que Rusia muestra que está determinada a cortar los suministros si no se cumplen sus exigencias.
En los últimos días, desde algunas instancias internacionales como la Comisión Europea se ha intentado declarar ilegal el pago de gas en rublos, aunque finalmente estas declaraciones no han tenido recorrido y muchos estados y empresas seguirán pagando el gas tal y como exige el gobierno ruso. El 40% del gas europeo depende de Rusia, y para países como Alemania (que ha aceptado las exigencias rusas) el corte de los suministros podría suponer pérdidas equivalentes a más del 6% de su PIB.