KEIR STARMER suspendió anoche a cuatro parlamentarios laboristas de izquierda del grupo parlamentario del partido en un intento desesperado por restaurar su autoridad tambaleante y disminuida.
Brian Leishman, Neil Duncan-Jordan, Rachael Maskell y Chris Hinchcliffe ahora serán diputados independientes.
La diputada de izquierda Zarah Sultana, en declaraciones al Star, dijo a los parlamentarios que «vengan y se unan a nosotros» en el nuevo partido socialista que se ha comprometido a lanzar con Jeremy Corbyn después de renunciar al Partido Laborista hace dos semanas.
Los diputados han sido sancionados por el régimen de Starmer por supuesta «rebeldía persistente». Todos votaron en contra de los recortes gubernamentales a las prestaciones por discapacidad, junto con un gran número de otros diputados de base.
Es posible que se produzcan más suspensiones a medida que Sir Keir intenta recuperarse de una serie de cambios de rumbo forzados mientras su estrategia política de “hacer que los pobres paguen la guerra” se desmorona.
El Sr. Leishman es diputado por Alloa y Grangemouth y un firme defensor de la acción gubernamental para salvar empleos en la refinería de Grangemouth y en la fábrica de autobuses Alexander Dennis, ambas en su distrito electoral.
Dijo: «Soy un orgulloso miembro del Partido Laborista y mantengo mi compromiso con el partido. Deseo seguir siendo diputado laborista y lograr el cambio positivo que muchos votantes anhelan».
“He votado en contra del gobierno en algunos temas porque quiero representar eficazmente y ser la voz de las comunidades de Alloa y Grangemouth.
“Creo firmemente que no es mi deber como diputado empobrecer a la gente, especialmente a aquellos que han sufrido a causa de la austeridad y sus terribles consecuencias”.
El Sr. Duncan-Jordan fue uno de los principales organizadores de la rebelión contra los recortes a la asistencia social, que logró forzar una importante retractación del gobierno. Representa a Poole.
Respondió a la suspensión: “Desde que fui elegido, he defendido constantemente a mis electores en una variedad de temas, incluido, más recientemente, los recortes a los beneficios por discapacidad.
“Entendí que esto podría tener un costo, pero no podía apoyar que las personas discapacitadas fueran más pobres.
“Aunque hoy me han suspendido del Partido Laborista Parlamentario, he formado parte del movimiento laborista y sindical durante 40 años y sigo tan comprometido como siempre con sus valores”.
La Sra. Maskell, que representa a York Central, fue una de las voces más destacadas de oposición a los recortes a los beneficios por discapacidad y ganó admiración por sus discursos que se basaban en sus profundas convicciones religiosas.
Ella dijo que perdió el látigo por «defender a mis electores en materia de asistencia social».
Creo que somos mejores que eso como partido. Creo que nuestra fuerza proviene de los diputados de base. Creo que proviene de personas conectadas con sus electores.
John McTernan, exasesor de Tony Blair, preguntó: «¿Qué hizo Rachael Maskell aparte de ganar una discusión con el gobierno? ¿Así que la suspenden por tener razón en cuanto a la política?».
Chris Hinchcliff, elegido por el noreste de Hertfordshire, encabezó una rebelión contra el proyecto de ley de planificación y defendió la construcción de más viviendas sociales y asequibles.
Otros tres parlamentarios laboristas, Rosena Allin Khan, Bell Ribeiro-Addy y Mohammed Yasin, también fueron despedidos como enviados comerciales no remunerados del gobierno por “reiteradas violaciones de la disciplina del partido”.
La última represión autoritaria es una apuesta de un primer ministro ya debilitado.
Al comentar sobre los informes de que la dirección laborista ha retirado la disciplina a varios diputados del partido, el secretario general del Sindicato de Bomberos, Steve Wright, declaró: «Es un acto indignante y autoritario.
La dirección laborista claramente no ha aprendido nada de la enorme indignación provocada por los recortes a la asistencia social.
En lugar de abandonar los recortes a las prestaciones que hundirán a cientos de miles de familias en la pobreza, Keir Starmer ha optado por purgar a los diputados laboristas que intentaron detener esta desastrosa política.
La FBU utilizará su influencia como sindicato afiliado al Partido Laborista para obligar a la jerarquía del partido a readmitir a los suspendidos».
La organización de campaña laborista Momentum comentó: “Suspender el látigo a los parlamentarios que defendieron a las personas con discapacidad contra los recortes es un acto desesperado de un gobierno fallido que no tiene las soluciones a los problemas de Gran Bretaña.
“Esta represión intolerante de la disidencia basada en principios, en lugar de cambiar el rumbo, es una respuesta patética a los pésimos índices de audiencia de las encuestas y amenaza con desgarrar no a la izquierda laborista, sino al propio Partido Laborista”.
Un diputado de izquierda comentó: «Esto es desesperante. Demuestra lo susceptible que es Keir Starmer. De hecho, cambió su postura sobre la asistencia social a raíz de lo que hicieron estos diputados».
Esto ocurre cuando el nuevo partido de izquierdas está al nivel del Laborista en las encuestas, a pesar de que aún no se ha lanzado formalmente.
La Sra. Sultana acusó a Starmer y a su principal estratega, Morgan McSweeney, de ser «hombres inseguros. Sin visión. Sin compasión», empeñados en destituir a quienes desafiaban su programa de austeridad.
Parece que Sir Keir, no obstante, ha decidido insistir en su tolerancia cero hacia el enfoque de izquierda, que es la actitud predeterminada del Sr. McSweeney independientemente del coste político.
Los diputados recientemente suspendidos se unen a Apsana Begum y John McDonnell, quienes perdieron el látigo por la rebelión anterior contra el límite al beneficio de dos hijos y ahora se sientan como independientes.
El diputado Richard Burgon afirmó: “Mi total apoyo a mis colegas laboristas que han sido suspendidos por oponerse a los recortes a la discapacidad.
“Junto con casi 50 de nosotros, ellos simplemente defendieron a sus electores discapacitados y siguieron sus conciencias.
Cuestionar las políticas que perjudican a nuestras comunidades, que minan el apoyo del Partido Laborista y que hacen mucho más probable un gobierno reformista es una función clave de los diputados laboristas. El Primer Ministro debería escuchar estas voces, no castigarlas.
Tras mi suspensión, junto con la de otros, el año pasado por oponernos al límite de la prestación por dos hijos, esperaba que los líderes adoptaran un enfoque diferente hacia los diputados de base. Lamentablemente, aún no lo están haciendo. Para ayudar a frenar un gobierno reformista, es absolutamente necesario que lo hagan.
morninstar
