Según el último informe del Consejo General del Poder Judicial, en los tres primeros meses del 2022 se ordenaron 11.072 desahucios en el conjunto del estado; unas cifras que suponen un aumento del 1% con respecto al año anterior.
Los desahucios por ejecuciones hipotecarias han aumentado en un 8,1%, mientras que los derivados de impagos de alquileres han descendido en un 3% (esto posiblemente influenciado por la «moratoria» en marcha). Los desahucios derivados de «otras causas» se han incrementado en un 25%; en este caso, la mayoría de esas «otras causas» apuntan a situaciones de ocupación, y es que cada vez más gente tiene como única alternativa a quedarse en la calle el entrar a vivir en pisos vacíos de bancos o fondos de inversión.
Catalunya es el territorio del Estado donde más desahucios ha habido: casi 2.500 en el primer trimestre, un 22% del total, lo que significa un desahucio cada 55 minutos. Le siguen el País Valenciano con 1.863, Andalucía con 1.858 y la comunidad de Madrid con 1.005 desahucios.
Estas cifras, ya de por sí muy elevadas, se podrían disparar cuando se acerque el final del año y finalice la tan cacareada «moratoria»; una moratoria que tiene poco de real, pero que está reduciendo el número de lanzamientos, pese a que además en numerosos casos los jueces se están negando a cumplirla. El número de familias y personas que no pueden hacer frente al pago de sus alquileres o hipotecas no ha parado de crecer.
Junto al aumento general de precios (alimentos, combustibles, etc) y la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación y de la crisis agravada por el COVID, los precios de la vivienda no sólo no han descendido, sino que en algunos casos han continuado aumentando. Numerosas entidades y organismos avisan que miles de familias están siendo arrojadas al limbo de la exclusión social, y a situaciones en las que cada vez es más complicado poder acceder a un techo bajo el que vivir.
En los últimos años, además, se ha evidenciado un aumento de la represión hacia los colectivos y movimientos contra los desahucios, y que luchan por el derecho a la vivienda.