No hay como dos llamadas telefónicas con lideres mundiales para olvidar el batacazo electoral de Andalucía. La otrora fiel región al PSOE, le dio la espalda incluso en pueblos donde el dominio socialdemócrata había sido abrumador durante decenios. Ante esta realidad nada mejor que recurrir al móvil para ver si al otro lado, alguien ha enviado un tik tok gracioso o al menos una llamada que vender como conquista propia de un líder mundial. Y así fue. El presidente de EE.UU y del imperio, tras su nueva caída pública, esta vez de bicicleta, llamó a Sánchez para ver cómo van los preparativos de la Cumbre de la OTAN de este fin de semana, para felicitarlo por los esfuerzos y para prometerle fotos y risas en la visita. Un Pedro eufórico ante la llamada, aprovechó el subidón y llamó a los pocos minutos a su vez al actor-presidente de Ucrania, Zelenski, para prometerle el apoyo del gobierno progresista español al ingreso en la UE.
Un día memorable para Sánchez y que lo ubican con precisión a él, a su partido y al gobierno, en el punto ideológico en el que están. Sumisión al emperador y apoyo a un neo-nazi disfrazado (a veces). Y luego se disgustan si no los votan.