Antón García Matos y Asunción Losada Camba, militantes de Resistencia Galega fueron condenados a 28 años y Miguel García Nogales y de Xoan Manuel Sánchez a cuatro años y medio y tres, respectivamente. Al conocer la sentencia García Nogales dijo en el Tribunal: «Quiero añadir que, aunque reconozco los hechos y acepto las sentencia del tribunal, considero que ni a mí ni a mis hermanos nos define el adjetivo de terroristas, porque mi militancia nunca estuvo orientada al terror, sino a todo lo contrario, cara al amor. Milito para cementar, para regar el amor a Galicia, que es un país que está en peligro de extinción».