Hoy es una frase que estoy oyendo mucho, «estoy orgulloso de Madrid, estoy orgullosa de Madrid» y me ha hecho reflexionar.
Creo que sabéis que soy profe. Lo soy de educación especial. Elegí esa especialidad porque mi vocación era ayudar a cada niña y a cada niño según sus posibilidades. Me jodía mucho ver a niñas y niños esforzarse a tope, pero por diversas circunstancias no llegaban al 5, igual que me jodía ver a niñas y niños que no se esforzaban y llegaban al 8 o al 9, pero daban para 10.
Por eso decidí ser profesor de educación especial. No tenía que poner notas, solo tratar de sacar el máximo de cada alumna y de cada alumno en virtud de sus capacidades. Y fui feliz.
Y hoy, si tuviera que poner nota a Madrid sería un sobresaliente de los que me joden porque vista su implicación, su conciencia social, su capacidad de movilización y su amor a la justicia social por encima de las «cañas en libertad» Madrid no puede sentirse orgulloso de nada mientras su comunidad siga presidida con mayoría absoluta por quién condenó a sus ancianas y ancianos en pandemia y se fotografió ayer, riéndose de Madrid en su cara, con el equipo ciclista cuyo dueño simpatiza con el genocidio.
Tampoco la ciudad de Madrid puede estar orgullosa si no se mueven cuando toque para echar a ese alcalde que simpatiza con el genocidio.
¿Y Segovia? pues también debería ser un clamor para que Perico no vuelva a retransmitir la vuelta en una televisión pública por sus declaraciones…
¿Orgulloso de Madrid? ¿Orgulloso de Segovia? pues dejadme deciros que no, que este viejo profesor ha visto que hay capacidad para mucho más y estamos presumiendo del simple aprobado cuando podemos ir a por la Matrícula de Honor.
¿Y si vamos a por ella? pensadlo y no tardéis mucho que siguen cayendo bombas, siguen recortando lo público y hace muy poco os condenaron a seguir trabajando más horas que el resto de la clase obrera europea… anda déjate de cañas que ahí no ponen dignidad de pincho.
(De su muro de Facebook)
