La historia no perdonará y será implacable
Siempre nos gustaron las películas de mafiosos, de lúmenes, de delincuentes… Pero el señor Marco Rubio, gusanillo arrastrado de la mafia anticomunista de Miami, mezcla de transpiración, olor a chivo y aliento a ajo, le quitó el aura a los grandes films… EL PADRINO de Brandon y Coppola perdió su encanto y se convirtió en inocente juego de infancia. El cine de Kitano, evaporó su ternura y dejó solo su crueldad sin límites.
Este arrastrado de La Florida, está obsesionado con atacar e invadir Venezuela y Cuba, y le calienta la oreja al pederasta que se tiñe a veces de naranja. Pero ninguno de los dos utilizará un arma para ir a la cabeza. Seguirán rodeados de coca, prostitutas y corruptos en sus cómodos sillones.
Si invaden, cosa que dudamos, ¡qué ganas que vayan en primera línea! como Fidel, Chávez o el CHE. Pero no. Las ratas no se comportan así.
Disfruten sus 5 minutos de fama, grasunes sin cultura y sin carisma. Les queda poco. Son bufones de un Imperio en decadencia, barranca abajo…
