Según numerosos reportes y fuentes de la zona, la ciudad de Mariúpol ha sido prácticamente liberada de las tropas ucranianas y de sus batallones ultraderechistas. El pasado 24 de marzo fue un día clave para el avance de las tropas rusas y las milicias populares del Donbass, tomando numerosas zonas del centro de la ciudad, incluyendo edificios estratégicos de la administración como el propio Ayuntamiento, y derrotando y rindiendo a numerosos grupos rivales.
El batallón nazi Azov ha sido derrotado casi en su totalidad, dejando de existir como una unidad con capacidad de actuación seria. La desaparición de este grupo fascista ucraniano, el más fuerte política y militarmente y el que tiene más conexiones internacionales, es un hecho que por muchísima gente será visto como un favor a la humanidad, aunque esto nunca lo reconozcan las potencias occidentales ni sus medios de comunicación, que han ayudado a promocionarlo.
Azov suffered its biggest losses today to date and no longer exists as a cohesive unit. Announcement from Mariupol any minute. Head of the DPR Denis Pushilin and State Duma deputies Turchak and Sablin are already there. Happy tears. It's over. pic.twitter.com/dQlZEgKHvw
— сезза мессия 🐘🍩 (@meatballsubzero) March 24, 2022
Desde hace días, combatientes y dirigentes de Azov y de las fuerzas armadas ucranianas estaban intentando huir de la ciudad disfrazados de civiles. Los pocos grupos ucranianos que aún siguen en pie parecen estar huyendo hacia la zona industrial de Azovstal, al no poder mantener ya sus posiciones en las zonas residenciales. La ciudad quedará limpia en los próximos días, y en algunas zonas ya se ha comenzado a repartir ayuda humanitaria entre la población.
Soldados de la República Popular de Donetsk y la Federación Rusa repartiendo alimentos y otros productos básicos a la población civil en Mariúpol.
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— Donbass Media (@DonbassMedia) March 25, 2022
La toma de Mariúpol puede significar un punto de inflexión en la guerra. Las repúblicas del Donbass recuperan la ciudad más importante en manos del ejército ucraniano, pero además, junto a Rusia se aseguran el control de todas las salidas al Mar de Azov y de la franja terrestre que separa el Donbass de Crimea. Las tropas que han estado centradas en la batalla de Mariúpol (milicias populares, tropas rusas y chechenas) podrán dirigir nuevos esfuerzos bien hacia el norte, para continuar liberando territorios del Donbass y del este de Ucrania, o bien hacia el oeste, para avanzar hacia Odessa, último enclave estratégico en el Mar Negro que aún controla el régimen de Kiev.
Está por ver los efectos que entre las tropas ucranianas y sus jefes occidentales tendrá esta derrota. Además del componente moral y simbólico, allí tenían destinados muchos esfuerzos y recursos, entre ellos algunos de los grupos más ultranacionalistas y mejor equipados con las armas que la OTAN ha ido suministrando. El cercamiento de las tropas ucranianas presentes en el este y en la parte ocupada del Donbass cada vez está más cerca, y no es descartable que las derrotas se sucedan a partir de ahora más rápido.
De momento, ningún medio occidental o favorable al régimen de Kiev se está haciendo eco de esta derrota. En las últimas horas tan sólo han mencionado a la ciudad para dar apoyo a dirigentes y grupos nazis, o para alimentar noticias falsas sobre la guerra y sobre Rusia. La realidad sobre el estado de los frentes que muestran, dista mucho de ser la que hay sobre el terreno.
Mariúpol, en guerra desde el 2014
Vale la pena recordar la historia reciente. Esta ciudad, importante enclave industrial del Donbass, es parte de la República Popular de Donetsk desde que en mayo de 2014 más de un 80% de su población votara a favor de la creación de esta nueva república independiente. En el conjunto de las dos repúblicas, casi el 90% de los votos fueron favorables a la separación del Estado ucraniano, en los referéndums celebrados en aquellas fechas.
Tras el golpe de estado del Maidan, Mariúpol se levantó contra el nuevo gobierno ultraderechista, pero acabó siendo ocupada por las tropas Ucranianas, y estos años ha vivido bajo las botas y las armas de los grupos ultranacionalistas ucranianos. Para el recuerdo quedarán imágenes como las de aquel 9 de Mayo de 2014 (día de la Victoria contra el fascismo en la II Guerra Mundial), en que los tanques ucranianos entraban en la ciudad mientras se vivían enormes manifestaciones. Así empezaba una guerra que lleva ocho años. Hoy, la capital del acero se libera de sus ocupantes.