»Nosotros desde el principio apostamos por la ruptura. Todo lo demás nos ha parecido un engaño al pueblo con falsas esperanzas de que sin lucha, simplemente con el voto, la sociedad se iría transformando… El camino de la ruptura tiene que seguir como meta fundamental para que consigamos el triunfo» (Doctor de pediatría y parlamentario el gran Santi Brouard -1984 años del plomo- declaración 25 días antes de ser asesinado en su consulta por el GAL).
«Hoy ha sido un día histórico. El pueblo argentino dejó atrás la decadencia y optó por el progreso. Hoy pasamos el punto bisagra. Hoy comienza la construcción de la Argentina grande» (Javier Milei).
Vivir del dolor, no es vivir, se necesitan victorias cantos de lucha y justicia
Argentina registra la participación más baja desde 1983 en elecciones legislativas desde la dictadura, los comicios del pasado domingo marcan un récord histórico de abstención según la Cámara Nacional Electoral. El secretario de asuntos políticos e institucionales del ministerio del interior, José Adrián Pérez, informa que el 78% de los electores habilitados votó en las elecciones legislativas. Algo no cuadra y choca con la abstención que canta más allá de las urnas, el control social que impone por ley el voto obligatorio a pesar de ¡Uno de cada tres argentinxs no votó! En unas elecciones amañadas por un poder fascista el abuso y manipulación no tiene límites, en el que la mayoría de medios se implica, y las opciones están sujetas a las riendas del poder cuya pantalla, es un paripé democrático a la galería internacional y al lavado del despotismo decadente en que se hallan revestidas muchas de las democracias, que llegan de viejas dictaduras. Fascismo y socialdemocracia representan el muro de contención y desafío plegado al imperio del dinero, del FMI, sujeto al gran poder de las devastaciones de la “Casa sagrada”. Podríamos pensar que ese quizá más del 35% que no votó quiso poder dejar marcada su huella, su conciencia frente a la aplastante oleada fascista, muchos conscientes de que por la vía electoral vaya a revertir la situación caótica en la que han dejado a uno de los países en su tiempo, de toda América, más avanzado económica y culturalmente. Pero muchos de ese 66% que sí votó, y no a Milei, una parte se supone que lucha con cierta conciencia contra el sistema impuesto, aunque siga inamovible, sujeto a un optimismo propio o por contagio en avivar la esperanza de un cambio, que por vía electoral se halla aferrado a la rapiña empresarial en venta del país. La desocupación se ha convertido en un problema nacional de carácter estructural; la represión se ceba indiscriminada contra todo lo que se mueve; se están desmantelando todos los servicios sociales, por lo que la caída será totalmente drástica, la hondonada profunda insalvable engullirá miles de victimas y el descalabro social será desgarrador. Solo la élite estable de la media, y alta burguesía argentina, tendría asegurada su vida y su alto poder adquisitivo. La clase trabajadora, cada vez más diezmada, cada vez más víctima. La desolación multiplicará calles y rutas y el antagonismo insoslayable romperá todos los moldes. El pobre, cada vez más miserable, el juego electoral será insufrible, la pobreza, viste la miseria escalofriante, las pensiones no dan para comer, y al que no come y se queja se le apalea.
Y sí, como he podido vivir en el corazón de Buenos Aires, la lucha está en la calle, los salones y sillones de la alta burguesía no son casas del pueblo, las de los debates donde resolver contradicciones, planificar objetivos y por supuesto la toma del poder. Seguir jugando a su juego cuesta mucho esfuerzo dilata el tiempo implacable y arrecia el hambre, la ansiedad e impotencia. Las colas de las ollas colectivas se amontonan unas a otras, no se da abasto. El desempleo multiplica la miseria, las pensiones se devalúan, el dinero pierde su valor y la inflación devora, nos engulle, su avaricia de estomago descomunal toma protagonismo se trata de responder ¡Piquete y cacerola la lucha es una sola! Y si hay algún parlamentario francamente honrado impregnado de conciencia de clase, que baje a la rúa a la calle al asfalto, que su desafío se ponga a la cabeza y levante la bandera, que atruenen con él las calles y tome protagonismo real de líder, como lo toman los pensionistas los desocupados y desahuciados para que este sistema fiero acabe – si hay alguna compañera parlamentaria con la misma conciencia – que se una a la lucha de abajo antagónica que marca golpe a golpe la bestia represiva al proletariado, a la mujer desprotegida, al campesino sin tierra ni ganado y estudiante vapuleado, porque no queda otra que seguir luchando, sin el rodeo diplomático que se impone sin la participación del pueblo, sin ética mercenaria ni política correcta que nos esclavice ¡El entretenimiento se cobra vidas y el fascismo acampa a sus anchas! Ya son cientos de miles los que se están yendo y se han ido del país, a qué se espera, acaso a seguir viviendo como élite del sistema, o a derribarlo con todas las consecuencias?
El yanqui está a la carga en Venezuela como el 7º de Caballería, y en muchas más décadas sobre Cuba, considera su patio trasero a toda América menos la “suya”, provoca y embiste entre golpes de estado más o menos camuflados, unos utilizando a los ejércitos subordinados, otros leyes y jueces corruptos que le favorecen como la prensa lacaya, provoca el chantaje económico en Argentina, Brasil, México… se va haciendo con el control de Perú, Bolivia, Ecuador, El salvador, Guatemala, Uruguay, Paraguay, Panamá, República dominicana, Haití… Solo tres paises resisten abiertamente a los planes del emperador nazisionista estadounidense, Nicaragua, Cuba, y Venezuela, que aguanta y se organiza contra las presiones constantes de inminente invasión; a Cuba la tiene asfixiada, económicamente, envalentonándose despiadado provoca que caiga en sus garras; a Colombia, se la ha amenazado con sanciones económicas, y, en eso tomo la palabra para en ella poder decir, ¿a qué espera Petro – años ya de presidente – para desmantelar nada menos que siete bases militares en manos del imperialismo?. Argentina no es el único país que mantiene un presidente fascista, en Europa hay muchas ¨democracias¨ que los mantiene sujetos al pregón del imperio blanqueador genocida. El mequetrefe Milei es un síntoma del sistema más, a seguir degradando y corrompiendo como mercenario de éste, pretendiendo que el pueblo y especialmente la clase trabajadora odie y desista desengañada de la política en abandono a la toma del poder. El presidente argentino dentro del sistema belicoso de las democracias del gringo no es sino un grano más en el culo del sistema capitalista. No es un libertario es un fascista – ¿por qué compadecer la locura ilusoria de un desquiciado? –. Los sionistas votaron varias veces por un genocida como es Netanyahu, tendría que compadecerle también y llamarlo libertario? Ucrania tras un golpe de estado en 2014, optó por un nazi, un mequetrefe de nombre Zelenski. Los yanquis votaron dos veces, por otro nazi, que se cree emperador del mundo. La retahíla es larga engloba presidentes europeos cocainómanos, belicistas, corruptos, matones e ignorantes parásitos todos ellos ¨votados democráticamente¨ unidos en la degradación humana.
PD.
Argentina tiene un pueblo trabajador valiente y culto que a lo largo de su historia no ha dejado ni un solo momento de luchar en sus etapas más duras de dictaduras, de represión y despotismo, segura de que ni un solo momento dejará de hacerlo… si se calla el cantor, calla la vida porque la vida, la vida misma, es todo un canto.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
