Debate parlamentario en el Congreso de los Diputados. Esta vez, la corrupción del PSOE a escena, es decir, los favores por mordidas en la obra pública y en contratos con el Estado. Nada nuevo, lo mismo que el PP cuando gobernaba, un auténtico bucle que los partidos y sus terminales mediáticas ocultan. Una repetición que es propia del sistema. Está en su naturaleza: el capitalismo no se entiende sin la especulación y la extorsión por el dios dinero.
A partir de ahí, tomar medidas, dimisiones (pocas), cárcel breve para los culpables, y discursos en el Congreso de los Diputados conforman un teatrillo de baja intensidad pese a sus esfuerzos gritos, abucheos y palabras fuertes que trae el libreto. Es el mismo que se produjo con la Gürtel, Púnica, Kitchen, Elecnor… cuando gobernaba el PP y que ahora se intenta aplicar la desmemoria para que no se pierda la perspectiva que si a usted no le gusta A porque es muy corrupto, puede acudir a B y cuando no le guste B porque es muy corrupto, tiene a A. Y así que vayan pasando las legislaturas que el poder no está para perder el tiempo con minucias.