O eso parecen haber pensado las autoridades de la Vuelta y del equipo israelí propiedad de un magnate sionista. Ante las protestas y la acciones solidarias con el pueblo palestino y de denuncia del genocidio, han decidido quitar la palabra Israel de las camisetas del equipo para pasar desapercibidos. Desde Tel Aviv, Benjamin Netanyahu ha elogiado la presencia del equipo judío y se anuncia un gran recibimiento cuando lleguen a Israel.