El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que decretar ahora un alto el fuego en Ucrania sería “hacer caso omiso de las raíces del conflicto”, en alusión a recientes llamados desde Washington y capitales europeas para detener las hostilidades sin abordar los orígenes de la crisis.
“Detenerlo todo simplemente significaría olvidar las causas profundas de este conflicto, de las que la Administración estadounidense, desde la llegada de Donald Trump al poder, se daba cuenta”, afirmó Lavrov durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo etíope, Gideon Timotheos.
De acuerdo con el Canciller ruso, una tregua inmediata implicaría que “gran parte de Ucrania permanecería bajo el control del régimen nazi”, y que en esa zona “el idioma ruso, oficial de la ONU y lengua mayoritaria del país, seguiría prohibido por ley”.
Lavrov recordó que un alto el fuego sin un debate político de fondo contradiría lo acordado en la cumbre de Alaska, celebrada el pasado 15 de agosto, donde los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump coincidieron en “centrarse en las causas originales del conflicto” como vía para una paz duradera.

Horas después, Lavrov respondió también a las informaciones de un medio estadounidense, que afirmó que la cumbre entre Putin y Trump en Budapest podría aplazarse tras un supuesto retraso en las conversaciones preparatorias entre los Cancilleres ruso y estadounidense.
“Me sorprendió leer que, según CNN, nuestra reunión con Marco Rubio fue pospuesta. Eso es falso. No se puede aplazar algo que ni siquiera ha sido acordado”, declaró Lavrov, calificando el reporte como un “acto de desinformación poco ético”.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que la falta de rigor de algunos medios occidentales “socava los esfuerzos por mantener un diálogo serio entre Moscú y Washington”. Agregó: “La falta de ética de muchos medios en Occidente es bien conocida, y CNN también es famoso por eso. No hacen análisis, solo lanzan consignas para manipular al público”, agregó.
La Cancillería rusa confirmó que Lavrov y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, mantuvieron una conversación telefónica “constructiva” el lunes, en la que definieron pasos concretos para dar cumplimiento a los entendimientos alcanzados durante la llamada entre Putin y Trump del 16 de octubre.
De acuerdo con el cronograma diplomático, la próxima cumbre entre ambos mandatarios se realizará en Budapest dentro de dos semanas o algo más, como parte del esfuerzo bilateral por reactivar los canales de diálogo directo y buscar una salida política al conflicto en Ucrania.
Moscú sostiene que dicha crisis no puede resolverse sin reconocer las causas estructurales que la originaron: la expansión de la OTAN hacia el este, el ascenso del neofascismo al poder en Kiev, la marginación del idioma ruso y la persecución de la población rusoparlante en las regiones del Donbás tras el golpe de Estado de 2014. “No se puede construir la paz sobre el olvido ni sobre la propaganda”, concluyó Lavrov.
telesur/diarioctubre