La tan traída y llevada renovación parcial del Tribunal Constitucional tiene ya su primera víctima: la vergüenza. Uno de los candidatos propuestos por el PP (y que será refrendado por los votos del PSOE y UP; ya saben tú votas a los míos y yo a los tuyos) es un personaje llamado Enrique Arnaldo.
En estos días se hanido conociendo detalles curriculares sobre él,que ha compatibilizado su trabajo en dos universidades cuando la ley lo prohíbe expresamente, pero es que aparece en sumarios de corrupción como Palma Arena o Lezo, o su papel como sospechoso de ayudar al expresidente de Baleares Jaume Matas a blanquear dinero simulando una contratación a su bufete.
Pues bién, este señor intergrará el Tribunal Cosntitucional para dictar razón y verdad. Eso sí, con los votos de los suyos: PP, PSOE y UP.