En 1983, los GAL secuestraron a Joxi Zabala, lo torturaron, lo llevaron a un descampado, le hicieron cavar una fosa, le pegaron un tiro y lo enterraron en cal viva. Hoy la Audiencia Nacional obliga a pagar a su madre 9.252 euros en costas por pedir que la reconozcan como víctima.
Jonathan Martínez.