Tantos animales juntos siempre han dado sus grandes problemas de todo tipo a la humanidad, más todavía si estos, lejos de comer sancocho, se alimentan a cuerpo de rey (nunca mejor dicho) con la plusvalía que genera el sudor de los y las trabajadoras.
Porque son altamente contaminantes con el medio ambiente y sumamente dañinas para la especie humana, decimos no a las macrogranjas; especialmente a esta que aparece en la fotografía.