La Fiscalía del Estado y a Generalitat hace frente común contra un acusado, que junto a un grupo de manifestantes contrarios al sindicato policial de extrema derecha JUSAPOL «y movido por la intención de quebrar la seguridad y la paz pública, fueron adoptando una actitud cada vez más beligerante» contra los agentes antidisturbios lanzaron “huevos, globos y bolsas con polvos de colores” al cordón policial, lo que remarca como un riesgo para la integridad de los agentes.
El escrito de la fiscal también recoge que el acusado usó una bandera, atada a un palo, «para acometer contra los agentes, siendo que llegó a asestar dos golpes» a un mosso, y le lesionó la muñeca, por lo que reclama una indemnización.
La letrada de la Generalitat recoge las mismas acusaciones en su escrito, y considera que las pinturas que los manifestantes lanzaron a los agentes “provocaron problemas de respiración” e inutilizaron su material de protección, porque no podían ver a través de las viseras de los cascos.
Marcel absolució
El grupo de apoyo al acusado, ‘Marcel Absolució’, ha defendido en un comunicado que cuando el joven estaba en la protesta «entre los miles de manifestantes que había en aquel momento en Vía Laietana, recibió las cargas que la policía estaba efectuando». Marcel fue detenido cinco meses después en Badalona, y confirman que “se trata de un juicio político, en el marco de la macrocausa contra el independentismo, y un nuevo intento de desmovilizar y destruir las vidas de jóvenes militantes de izquierdas e independentistas”.
La conselleria de Presidencia ha subrayado en un comunicado que, en los procedimientos judiciales relacionados con actuaciones de los Mossos, “la iniciativa jurídica corresponde a los letrados del Departamento de Interior”.