La movilización estaba convocada en las puertas de todas la capitales de provincia. En muchas de ellas el ridículo de asistencia fue abaratado con pequeñas reuniones o recogida de firmas sobre diversos temas, pero en Madrid sí hubo una movilización multitudinaria que el propio gobierno tildó de 25.000 persomas para aplaudir a los líderes fasciosos. Siguen movilizados con total impunidad.