Quien ha desestimado la demanda ha sido el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid. Abogados Cristianos pedía a Willy Toledo una indemnización de 6.000 euros por las expresiones y campaña vertidas contra el colectivo y su presidenta que éstos entienden que vulnera su derecho al honor.
En su sentencia, el titular del citado juzgado ha fallado en consonancia con lo que habían solicitado tanto la fiscal del caso como el letrado Endika Zulueta, defensor del actor, quien había apelado al derecho a la libertad de expresión, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Ya el día del juicio, Endika Zulueta acusó a la entidad demandante de realizar una campaña de persecución constante contra su patrocinado y de buscar sus minutos de gloria a costa de la imagen pública del demandado.
Zulueta explicó: «Estamos ante un nuevo juicio para dilucidar el concepto de libertad de expresión que se maneja en este país», añadiendo a continuación que en ese contexto aparece una asociación que «tiene un concepto del catolicismo de la Edad Media o de hace más de 40 años, cuando aquí había un caudillo por la gracia de Dios, y que se siente ofendida porque el señor Toledo la ha calificado de ultraderechista y troglodita».
Por ello, el defensor, ante este ya tercer juicio, fruto de la «obsesión» de Abogados Cristianos contra su cliente, se mostró convencido de que el juzgado, como así ha ocurrido finalmente, va a defender el derecho a la libertad de expresión que tienen todos los ciudadanos a la hora de calificar a personas y colectivos por sus actos, «y por tal motivo no puede concluir en sentencia condenatoria calificar a una asociación de ultraderechista y troglodita».
En su justificación de que la demanda instada por Abogados Cristianos se enmarca en una campaña de «persecución personal» constante en busca de notoriedad, el defensor recordó que si bien Willy Toledo ha proferido expresiones «mal sonantes» tales como «me cago en la Virgen del Pilar o me cago en Dios», las mismas son habituales por parte de miles de personas en twitter y facebook y, en cambio, el único denunciado es su defendido.
«Ha tenido mi foto en su perfiel de facebook durante cuatro meses junto con fotos de pederastia», censuró Castellanos, quien declaró que lo único que pedía la asociación es que el demandado cese en sus manifestaciones, cumpla la ley y deje de difamarles.
Como decimos, ahí ha quedado la cosa: desestimación de la demanda. Quizá Abogados cristianos ya se lo esperaban y lo que pretendían era molestar al demandado y, de paso, salir a la palestra, al ruido mediático, ya que, al parecer, de otra manera no lo consiguen.
Y nada más, aquí lo dejamos, que nos espera el Papa para rezar el rosario.