Se trata, según los autores de la acción, de una “intervención artística” de un colectivo de activistas anticolonialistas y antirracistas, que han colocado, atravesada en la bayoneta del legionario, una cabeza de látex del dictador Francisco Franco, que había sido creada por el artista Eugenio Merino. La estatua al legionario fue inaugurada por la cúpula del PP como reconocimiento al cuerpo militar.