Los empresarios tienen un interés político objetivo en que ninguna organización comunista se convierta en hegemónica entre la juventud. Ya lo dijo Ortuzar ante los cuatro gatos de EGI.
Pues, está muy claro en este país qué movimiento político sirve a esos intereses, quiénes son los comisarios políticos de la burguesía entre las masas trabajadoras del país, quiénes comparten con Ortuzar un concepto de país de pluralidad burguesa donde cabe todo menos el comunismo y la independencia política del proletariado frente al estado y sus partidos satélite.
No es el EGI quien tiene hoy el papel de ejercer de comisarios políticos anticomunistas; sino la ‘nueva izquierda abertzale’ que aún tiene algo de músculo entre los jóvenes. Con su cantinela populista, con sus aires de progresismo, con su agresividad disfrazada de victimismo y con su falso pluralismo, Sortu y sus juventudes desarrollan sistemáticamente una lucha cultural anticomunista en todos los espacios sociales de Euskal Herria.
Esas son las auténticas tropas contrarrevolucionarias de Andoni Ortuzar, las que le permiten un colchón de tranquilidad al PNV para gobernar el país a su antojo, haciéndole el trabajo sucio de disciplinar políticamente al proletariado y buscar la ruina a cualquier persona que se atreva a organizarse fuera de las estructuras de partido estatales.
Eso sí, con la ikurriña en pecho, una ikurriña hoy por hoy totalmente encuadrada en el régimen de acumulación español, y funcional al status quo de los explotadores.
Los bandos están muy claros desde hace tiempo. No vamos a dar ni un paso atrás ante esta gente.
