El sábado se llevaron a cabo manifestaciones en más de 20 ciudades de Italia mientras la economía del país continúa en declive.
Miles de personas se reunieron en la capital italiana, Roma, en una protesta convocada por la confederación sindical CGIL, mientras que otras manifestaciones antigubernamentales se llevaron a cabo en Génova, Trieste y Cagliari…
Los trabajadores italianos protestaron contra el envío de armas a Ucrania y las sanciones a Rusia que, según dicen, están dañando al país.
El mes pasado, se llevó a cabo una huelga nacional bajo el lema “bajen sus armas, aumenten nuestros salarios” cuando los economistas advirtieron que la grave contracción económica podría llevar al país a la recesión.
El primer ministro Mario Draghi ha considerado un estado de emergencia por la economía y planteó la posibilidad de cancelar las elecciones generales del próximo año.
Se dirigirá mañana al Senado italiano en medio de conversaciones sobre una crisis gubernamental, mientras los legisladores se quejan de que no ha habido debate sobre temas clave, incluido el impacto en Italia de las sanciones a Rusia.
La inflación está desenfrenada, mientras que el alto desempleo y el aumento de los precios de la energía significan que se esperan más huelgas y protestas.
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