El pasado domingo alguien lanzó un cóctel molotov a un policía en la ciudad de Derry. Esto sucedió en la escena de un incendio en una casa en Creggan. Al parecer, el policía estaba en las inmediaciones custodiando la zona del incendio cuando recibió el impacto del coctel molotov.
El presidente de la Federación de Policía de Irlanda del Norte (PFNI), Mark Lindsay, expresó que “afortunadamente, actuó rápidamente y evitó lesiones graves al desviar la bomba de gasolina lejos de su cuerpo. Sufrió una lesión en la mano al hacerlo, sin embargo, pudo permanecer en servicio y continuar sirviendo a nuestra comunidad”.
Según parece, el hecho está siendo tratado por la policía como un intento de asesinato. Y, como cabía esperar, las reacciones provocadas fueron rápidas y contundentes. Desde su actual posición de partido del sistema, el Sinn Féin también abrió la boca.
Lo hizo a través de Padraig Delargy, que condenó el ataque y lo calificó de “vergonzoso”. Delargy añadió: “El oficial sufrió una lesión en la mano, pero podríamos haber estado enfrentando un escenario muy diferente”. Y en un arrojo de interesado humanismo también expresó: “Aquellos detrás de este ataque imprudente han mostrado un desprecio insensible por toda la comunidad”.
Pero faltaba la coletilla que, por supuesto, igualmente añadió: “Hago un llamado a cualquier persona que tenga información sobre este ataque para que lo informe a la policía”.
No es la primera vez que desde el Sinn Féin se pide a la población que acuda a la policía para ejercer de chivata. Cabe recordar que también ha llegado a participar en campañas de promociones del PSNI.
El Sinn Féin ya no es lo que era.
