El president de la Generalitat de Catalunya ha estado estos días en Colombia de viaje oficial. Durante su estancia en el país sudamericano tenía previsto reunirse en el Palacio Nariño con el presidente, Gustavo Petro. Pero, llegado el día y la hora del encuentro, este no se ha producido. Dos horas antes la cita fue desconvocada.
Para quitar importancia al asunto, aunque en realidad saben que sí lo tiene, desde el Govern atribuyeron la decisión de la cancelación a la crisis provocada por las protestas de los mineros en el Cauca, en el suroeste del país. Sin embargo, no parece que esta sea la causa, ya que Petro estuvo reunido hasta la noche en el Palacio Nariño con grupos de la oposición para abordar la reforma del sistema de salud.
El Govern también ha explicado que se intentará reagendar, lo que parece muy difícil que suceda, porque la estancia de Pere Aragonès en Colombia se acaba esta noche y sólo faltan unas horas para que esto suceda.
Esta, además, no ha sido la única nota discordante en el viaje del president de la Generalitat. Sucede que Aragonès se reunió este lunes con el presidente de la Cámara de Representantes de la República de Colombia, David Ricardo Racero, en Bogotá.
En las fotografías que se han publicado de este encuentro se puede ver como el president y la consellera d’Exteriors, Meritxell Serret, están sentados en unos sofás, y Ricardo Racero, en una silla bastante más elevada que la de ellos, una distribución que rompe con el protocolo, que marca que tendrían que estar todos a la misma altura. Pero aún hay más. Resulta que en la mesa se puede observar la bandera de Colombia, la de España y al lado, bastante más pequeña, la de Catalunya.
Aunque no lo haya expresado con palabras, está claro que al Govern no le ha gustado nada eso. Prueba de ello es que en la fotografía que ha compartido la bandera de Catalunya (pequeña) y la de España han desaparecido, al igual que el representante de la embajada. Todo parece indicar que en un intento de que la humillación no trascendiera.
Ha trascendido, sin embargo. El jefe de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha criticado esta escena y la actitud del presidente Aragonès. Esto es lo que ha expresado a través de su cuenta de Twitter: “Nunca puedes aceptar una reunión como esta. Todo el acompañamiento protocolario es manifiestamente hostil. Perdemos todos”.
