El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, concedió una entrevista a El Correo. En ella, el representante de los oligarcas españoles afirmó tajantemente que no pueden admitir “bajo ningún concepto que las subidas salariales estén indexadas, vinculadas, a la inflación”.
Como no podía ser de otra manera, el argumento que esgrimió para justificar sus palabras fueron estas otras: “Eso es pobreza a medio y largo plazo, porque supone poner en peligro muchas empresas, sobre todo Pymes”. Garamendi continúo expresando que «las leyes y los impuestos a la carta solo crean inseguridad jurídica e inestabilidad regulatoria». Y añadió, defendiendo a su clase explotadora: “Si dejamos temblando el sistema financiero, lo pagaremos caro”.
El presidente de la CEOE, que parece que vive en guerra con el gobierno de “izquierdas”, pero que en el fondo se llevan muy bien, dado que se retroalimentan (Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y compañía no son otra cosa que agentes del gran capital), hizo la pantomima de criticar al mencionado Ejecutivo porque, según sus palabras, no les ha pasado “ni un papel sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o las pensiones”.
Garamendi subrayó que un pacto de rentas debería ir “más allá de una legislatura y debería tener también en la mesa no solo al Gobierno, sino también a la oposición”. Además, lo dijo en referencia al aumento de las pensiones, de la subida de funcionarios o del salario mínimo, «debe abarcar muchas cosas, no solo el aumento salarial».
Es ahí que advirtió, como ya hemos señalado al inicio de esta noticia, que no pueden admitir “bajo ningún concepto, que las subidas salariales estén indexadas, vinculadas, a la inflación”.
El presidente de la oligarca CEOE aseguró que la Patronal no se opone a subir el salario mínimo, tal y como plantea la ministra de Trabajo, pero «debe hacerlo con cabeza», porque «es diferente hablar de Madrid, Barcelona o Bilbao que de Extremadura, y ya hay nueve comunidades autónomas donde el salario mínimo es superior al 60% del salario medio”.
En definitiva, Garamendi pronosticó que lo planteado Yolanda Díaz “va a ser muy difícil que puedan suscribirlo”. No obstante, añadió: “Pero vamos a esperar a ver si es esa la propuesta real del Ejecutivo o solo el anuncio de una parte del Gabinete”.
En relación a esto, y como defensor de la oligarquía española, consideró que la reforma de las pensiones “solo tiene sentido si conseguimos que sean sostenibles”. Y concluyó de manera hartó hipócrita y cínica diciendo que “El problema no es mi jubilación, sino la de nuestros hijos dentro de treinta o cuarenta años. Y de los nietos, también».
Que su jubilación y las de sus representados no es un problema para ellos ya lo sabíamos. Como sabemos, también, que su “preocupación” por la jubilación de los y las trabajadoras que sus defendidos explotan es pura falacia.
