El presidente Macron ha decidido facilitar pero no de un modo total, el acceso a los archivos del Estado de hasta el año 1970 que estaban clasificados por razones de seguridad nacional. Eso incluye, por tanto, muchos documentos de la guerra de Argelia (1954-1962).
La apertura de los archivos fue una de las recomendaciones hechas por el historiador Benjamin Stora, que el pasado enero entregó al Elíseo el informe que le habían encargado sobre las vías para normalizar las relaciones con Argelia y para, según dicen, hacer las paces entre los diversos colectivos franceses afectados por la colonización del país norteafricano y su guerra de independencia.
Por tanto, seguirá habiendo información sensible que no se divulgará, por ejemplo la relativa a los ensayos nucleares que se realizaron durante los años sesenta en el Sáhara argelino. El presidente estima que se trata de documentos que afectan a la seguridad nacional y deben permanecer secretos.