Este domingo se han celebrado en Siria las primeras elecciones “democráticas” según la prensa del mundo occidental. Al margen del resultado que devenga, el cual es intrascendente puesto que el gobierno está en manos de islamistas de la cuerda de Al-Qaeda, es de subrayar la poca vergüenza con la que los medios occidentales tildan a estas de progreso frente al gobierno de Al asad simplemente por el hecho de ser unas elecciones parlamentarias. Mientras se lamentan de que no haya sufragio universal o se lamentan del veto al voto a distintos sectores poblacionales celebran el hecho de que se celebren estos comicios.
¿En qué momento un gobierno legítimo como el de Bashar Al asad con un apoyo mayoritario entre el pueblo sirio está por debajo en la escala de calidad democrática de estos juntaletras de la tiranía que perpetra a través de un golpe de estado el grupo HTS, que no son otra cosa que fundamentalistas islámicos que llevan la yihad como causa?
Suena a distopía, pero la realidad es esta, los intereses que tiene el binomio EE.UU. – Reino Unido están por encima de lo ético y moral (aunque esto no sorprenda) en el periodismo patrio y en un gobierno que calla ante esto. Más grotesca es la comparación cuando las elecciones tienen lugar, por ejemplo, en Venezuela y se hartan a calificarlas de fraudulentas y manipuladas cuando pocos países hay con un poder popular tan palpable como en el caso venezolano y con un sufragio realmente representativo.
Los resultados de los comicios independientemente de quien resulte victorioso, no van a cambiar el estado real de las cosas, la tiranía en la que esta sumido el pueblo sirio no va a acabar y la represión y la crueldad va a ser la tónica imperante.
Ante la desfachatez y sinvergonzionería con la que nos deleita el periodismo de hoy en día, tratando a “rebanacuellos” como ejemplo de avance democrático no queda otra desde nuestra posición que denunciar esto, de recordar la primavera árabe como lo que realmente fue y es, un cuento islamista que sólo beneficio a unos pocos y entre ellos no estaba el pueblo sirio.
Sólo sea por la dignidad de los miles de sirios que dieron la vida por defender sus derechos de terceros que querían destrozar sus ciudades, vidas y familias, contemos las cosas como son y denunciemos el relato que nos intentan vender.
