El pasado jueves 13 de noviembre de 2025, el secretario de defensa estadounidense, Pete Hegseth, anunciaba una operación a gran escala para “frenar el narcoterrorismo” llamada Lanza del Sur. Donald Trump ha dado luz verde al inicio, sin ningún tipo de máscara, de una operación que tiene como real objetivo la desestabilización y posible derrocamiento del gobierno de Maduro.
Después de que atacaran la enésima lancha dejando 4 muertos y tras un reguero de, como mínimo, 80 civiles muertos desde que empezaron los ataques gringos a lanchas en el Caribe, (véase la contradicción), el inicio de la operación Lanza del Sur supone un paso más en el hostigamiento y la ofensiva que tiene el país norteamericano contra Venezuela con el único fin de hacer caer el gobierno de Nicolás Maduro, bien a través del hartazgo y pérdida de simpatía entre la gente por el bloqueo yankee (cosa poco probable por el trabajo popular que hacen las comunas y el verdadero sentimiento de defensa de la patria desde la perspectiva antiimperialista y socialista más honesta que existe) o bien a través de algún tipo de alzamiento o golpe militar interno pero con apoyo e injerencia externa (mucho más probable esta opción por la rapidez de la misma y la elección del dirigente-marioneta a sentar en el gobierno venezolano).
Sea como fuere, lo que hay que destacar y denunciar, una vez más, es el imperialismo que trata de imponer EE.UU. sobre un país con una soberanía propia y digna que no se arrodilla ante las mil y una situaciones de injerencia que sufre.
Desde un antiimperialismo de bajas exigencias y alto nivel, pongámonos siempre del lado del que sufre el abuso y defendamos al pueblo venezolano. Esta nueva declaración de intenciones de Trump con Venezuela debería hacer que los movimientos antiimperialistas del otro lado del charco nos mostráramos unidos y, por otro lado, advertir a países como Cuba de cuidar el socialismo desde su base, desde el seno del pueblo, para que llegado el caso de un recrudecimiento y posible ataque norteamericano se muestre sólido y fuerte para que cualquier intentona ya sea interna o externa no tenga ninguna posibilidad de triunfar.
