Adrià Carrasco ha podido volver a casa después de dos años y medio de exilio forzado . Nos cuenta cómo ha sido la vuelta y como aún el futuro. Es feliz de volver a pisar las calles de Esplugues de Llobregat, pero confiesa que el archivo de la causa ha sido otra sacudida inesperada en su vida. A Adri ahora le gusta aquella vida que se encontró obligado a reconstruir hace casi tres años. Por suerte, ahora es libre y puede decidir qué hará a partir de ahora. Algo sí ve clara: la lucha no termina aquí.
– Volver debe ser una vez emocionalmente muy fuerte. Como está?
-Estoy muy bien. Anima mucho volver y ver en primera persona lo que había vivido en la distancia. Ver este apoyo incondicional de mi gente, o de gente que no me conocía, es impresionante. Todo ello aún me da más fuerza a la hora de ir adelante. Porque aunque mi caso haya terminado, hay mucha gente represaliada, en procesos judiciales completamente injustos y que necesitan nuestro apoyo y nuestro calor.
– ¿Cómo fue ese viaje de vuelta? Como lo recuerda?
-Con muchos nervios, pero sobre todo con mucha alegría que todo hubiera llegado a buen puerto. También con un cierto … No sé, yo me había hecho una vida en Bruselas y ahora dejarlo todo de golpe … Ha sido de nuevo como un 10 de abril. Esta vez voluntario. Me ha vuelto a cambiar la vida de arriba a abajo, de golpe, de un día para otro. Por eso no veo claro que haré, no he tomado ninguna decisión. En todo caso lo importante es que ahora soy libre de elegir qué quiero hacer con mi vida.
– ¿Cómo es la vida de Adrià Carrasco en Bruselas, dos años y medio después?
-Estoy muy a gusto ahora mismo. Y precisamente esto me hace pensar que tengo que hacer. Ahora que tengo la oportunidad de volver, no sé si tengo que ir a remolque de las decisiones que toma la justicia española otra vez. Hay un punto de «ahora no quiero». Me hundieron la vida de un día para otro, pero ahora estoy bien, en Bruselas. En definitiva, han intentado hundirme del todo, pero no lo han conseguido. Y luego pienso: ahora que la justicia española ha decidido que ya no les sirvo como estrategia del miedo, ahora que ya han conseguido lo que querían, no sé si toca volver.
– El otro día su madre decía : «Que ahora no me digan que se ha hecho justicia
…» -Con el archivo no nos han hecho ningún favor. Simplemente se demuestra que desde el principio el caso no tenía ningún fundamento jurídico válido para hacer lo que hacían, y acusarnos de terrorismo y sedición. Esto no es justicia, es simplemente que ahora ya no les servimos para su estrategia del miedo. El único objetivo que tenían con la operación era aplastar y detener todas las luchas que había en ese momento.
– Os han hecho perder la vida, pero no han logrado acusar de nada. La sociedad catalana no se creyó las acusaciones de terrorismo. Hay casos como el de Altsasu o el 23-S que han ido mucho más lejos. Que es diferente en su caso?
-Tanto con nosotros, como con el 23-S, todo el que cuestiona mínimamente el régimen establecido, se vio que esto no tenía pies ni cabeza. Sabíamos que era teatro puro … Ahora ya les cuesta mucho que este tipo de montajes cuajen en la sociedad.
– Pero antes que vosotros había habido casos en que la sociedad no se había sublevado.
-Hay un factor clave, y es el hecho de que me fui al exilio. Cuando saben que soy en Bruselas, la justicia española se encuentra obligada a rebajar los cargos. Es absurdo que España tenga conocimiento de dónde está una persona que acusa de terrorismo y no envíe ningún euroorden. En ese momento, el conflicto dejaba de ser un asunto doméstico y se convirtió en un asunto europeo. En este punto, mi exilio toma bastante de sentido. Se encuentran obligados a retirar los cargos por terrorismo. Si no, nos habrían podido tener cerrados a mí ya Tamara tranquilamente, y aquí no habría pasado nada. Ya ha pasado en decenas y decenas de montajes policiales en el País Vasco. O incluso en Cataluña, con la operación Pandora, orquestada por la Generalitat y tirada adelante con los Mossos.
– Por lo tanto cree que fue clave que pudiera huir de la policía aquel 10 de abril?
-Sí, pero no es por echarme flores. Tuvo un impacto importante que hizo que la Audiencia Nacional al final tuviera que inhibió del caso. Los salió mal, y se les fue de las manos.
– A partir de ese momento, con Tamara Carrasco, os convertís en un símbolo. Como se encaja eso?
-Como se puede. Lo hemos hecho tan dignamente como ha sido posible. Soy consciente de que esto ha sido una pesadilla, pero a la vez nos ha dado la oportunidad de hacer de altavoz y poner sobre la mesa un discurso que a menudo no se ve en los medios generalistas. Muchas veces me hubiera gustado desaparecer y ser una persona normal, sin la atención mediática. Pero a la vez era consciente de que había que aprovecharlo y explicar cómo lo vemos todo. Al final creo que lo hemos hecho con bastante dignidad.
– Por lo tanto, a partir de ahora desapareció de la vida mediática?
-No lo sé, porque no depende sólo de mí, sino de la atención que nos quieran dar los medios. Y a veces no es fácil. Normalmente dan más altavoz a una persona con un cargo político o una autoridad mediática, que a alguien que sale de la nada. Pero, evidentemente, si tenemos la oportunidad estamos dispuestos a intentar hacer el máximo, para que nuestro discurso llegue a la gente. En definitiva la lucha antirrepresiva está muy bien, pero detrás hay unas inquietudes políticas más extensas.
– Ahora estudia derecho
… -Sí, acabo de hacer el segundo trimestre de segundo curso. El derecho es un aspecto de la vida que está muy presente y no tenemos en cuenta. A pesar de las limitaciones que tiene el derecho español actual, se pueden hacer muchos avances. Todos estos montajes e historias carecen de fundamento jurídico para llevarlos a cabo. Por lo tanto, todavía hay mucho camino por recorrer. Además, como agentes del cambio, que en algún momento nos proponemos de destruir este sistema, debemos conocer con profundidad todos sus mecanismos de defensa para poder derribar y construir un sistema más justo para todos, donde las desigualdades no tengan cabida.
– Esto de estudiar derecho, nace de lo que ha vivido estos últimos años o ya tenía esta idea?
-Nace a partir del caso. Es una motivación que me ha dado un impulso impresionante. Y que de alguna manera me ha ayudado a salir adelante. Habrá mucha gente que se encontrará en situación como la mía en un futuro, y los quiero ayudar. Mientras la Audiencia Nacional no se disuelva y la Guardia Civil no entregue las armas, esto no se acabará. Quedan muchos procesos abiertos y los que abrirán … Aunque nos cueste aceptarlo, la represión siempre estará presente mientras haya un combate contra el régimen. Debemos estar preparados para asumirla y seguir adelante.
– Supongo que después de todo esto que ha vivido, entiende la importancia de los abogados.
-Hay mucha gente que dedica sus horas y su energía a la causa de defender los disidentes y las luchas legítimas de los pueblos. Pero sí, el mundo del derecho es muy conservador y se necesitan ideas revolucionarias en todo este sistema judicial. De alguna manera, en el futuro, sí me imagino defendiendo represaliados. La represión no cesa. Parece mentira que a veces hablamos de Turquía o de países donde los derechos fundamentales se encuentran peor que España, pero es una sólo una fachada. Porque nos ponemos las manos en la cabeza por cosas que pasan en estos países, pero que también pasan aquí. Sentimos: hay no se cuantos cantantes reprimidos por sus letras en Turquía! O: van contra los abogados para que no puedan defender ningún represaliado. Aquí también pasa, todo esto. Y no sólo en Cataluña; hace muchos años que pasa en el País Vasco. Pero ahora nosotros nos ha tocado muy de cerca, y muchos hemos abierto los ojos. Esto no es un estado de derecho, como reivindican algunos.
– Cree que la represión puede volver a llamar a la puerta?
-Sí, de hecho a gente de mi entorno le toca ahora. Parece que en Esplugues no salimos y nos metemos en otro lío. Ahora mismo hay dos personas acusadas de atentado contra la autoridad por el ayuntamiento y la policía local. Todo ocurrió durante la fiesta mayor de Esplugues. La policía se presentó con mucha violencia en un acto, aunque en realidad sólo se hacía una cena de fiambrera. Estas dos personas ahora son acusadas de atentado contra la autoridad, por unas supuestas lesiones a los agentes que son inexistentes. La represión no se detiene ni en el ámbito local. El próximo lunes a las 12.00 los dos compañeros son citados a declarar en el juzgado de Esplugues. Por lo tanto, aprovecho para convocar y animar a todos a apoyarla.
– Por lo tanto, tiene la sensación de que nos puede volver a pasar?
-Sí, puede pasar a cualquiera. El lema «mañana puedes ser tú» está más presente que nunca. Por eso hay que protegerse más que nunca en redes de seguridad. Todo ello no significa tengamos que dejar de hacer la lucha que creemos correcta y legítima. Si nos rendimos habrán ganado ellos. Es muy necesario tener claro que la represión no nos puede detener. Yo me lo he aplicado, y desde que llegué a Bélgica he decidido militar en varias causas. Tengo claro que la mejor victoria contra la represión es continuar en la actividad política.
– volveríamos a la acción directa? No digo concretamente a levantar los peajes de Abertis, pero sí a hacer acciones en la calle. Lo haría a pesar de las consecuencias que pudiera tener en su vida?
-Sí, el condicional éste no tiene cabida, en mi vida. Volveré en la calle.
– No sé si ha hablado con el resto de exiliados. Estos días hemos visto piulets sus y sus familiares, muy contentos. Eres el primero que vuelve. Es una esperanza para todos?
-De momento, hemos hablado muy deprisa. Básicamente, los he informado de mi situación actual. Pero sí es verdad que en el exilio últimamente todo son victorias. Hace poco Lluís Puig ha ganado su proceso de extradición. Cada vez se hace más patente que la justicia española, aunque reivindicarse de un estado de derecho, en el fondo es una continuación de un régimen fascista que no ha sido nunca depurado. Cada vez se hace más evidente, y les cuesta más de esconderlo. Sobre todo cuando la ponemos ante la justicia europea. Evidentemente esta también tiene muchos defectos, pero aun así se nota que España va muy atrasada en cuanto a derechos fundamentales.
– Costa dejarlos allí, y volver?
-No, al final defendemos la misma causa y el hecho de devolver no resta. Sería absurdo de culpabilizarnos por ello. En ningún momento me he sentido culpable. Simplemente seguiré luchando para que ellos puedan hacer lo que yo he hecho ahora. Al igual que lucharé por todos los represaliados. Cuando pedimos la amnistía total, no nos limitamos simplemente a pedir la liberación de los presos políticos y sociales del estado español. Esto también implica el retorno de los exiliados y terminar las otras causas de represión. Es lo que explicamos en la conferencia de prensa.
– Amnistía total. Lo veis posible?
-Evidentemente, con organización y poder popular. Es importante que esta amnistía vaya más allá de la liberación de los presos, porque si no la represión irá repitiendo con el tiempo.
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