El ministro de Consumo y máximo dirigente de IU, Alberto Garzón, quiso marcar perfil propio en el caso de la monarquía, pero sin mentar siquiera que sea un tema importante como para romper el gobierno. Al fin y al cabo, quién ostente la Jefatura de Estado es un tema menor, lo trascendental es que se pueda legislar sobre la hora que las casas de juego pueden hacer o no publicidad. Dice Garzón que «la clave no es si Juan Carlos es buena persona, sino cómo y, sobre todo, por qué pudo hacer lo que hizo». «Instituciones, no personas», ha subrayado.
Una democracia avanzada no pide a sus ciudadanos actos de fe para confiar en individuos supuestamente honestos y no corruptos. En su lugar diseña instituciones para desincentivar y evitar la corrupción: elecciones, rendición de cuentas, transparencia, revocatorios..