El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en su importante visita a Argelia (uno de los países exportadores de gas a Europa), tachó de «robo» la iniciativa del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, de incautar los activos rusos inmovilizados en el bloque comunitario y usarlos para la reconstrucción de Ucrania.
«Es un robo, y no hacen ningún intento para ocultarlo», dijo Lavrov en una rueda de prensa, comentando la idea de Borrell.
La víspera, Borrell en una entrevista con Financial Times sugirió confiscar en beneficio de Ucrania los activos rusos inmovilizados en la Unión Europea (UE).
Un buen precedente, según él, es la decisión de Estados Unidos de reservar 3.500 millones de dólares en activos congelados del Banco Central de Afganistán para necesidades específicas que incluyen la ayuda humanitaria y el pago de compensaciones a las familias de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El vicecanciller ruso Alexandr Grushkó censuró en términos inequívocos la propuesta del alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE.
«Es una arbitrariedad absoluta, están destruyendo los cimientos de las relaciones internacionales», dijo el viceministro a esta agencia.
De ser aprobada esa iniciativa, advirtió Grushkó, «socavará la confianza hacia Europa y Occidente en general». «Es la ley de la jungla», sentenció el diplomático ruso.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó el pasado 24 de febrero para «desmilitarizar» y «desnazificar» Ucrania, y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan elevar el costo del conflicto para Moscú.
Las restricciones incluyen la inmovilización de la mitad de las reservas internacionales de Rusia en oro y divisas, unos 300.000 millones de dólares.
El 28 de abril, la Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden enviará al Congreso de EEUU propuestas para establecer nuevas autoridades a fin de confiscar «propiedades vinculadas la cleptocracia rusa» y utilizar lo recaudado en apoyo a Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó esa iniciativa de flagrante violación de todas las normas legales e intento de legalizar la expropiación de propiedades privadas.
«La UE no tiene una política exterior», en respuesta a la propuesta del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que se mostró en la víspera muy envalentonado de confiscar las reservas de Rusia congeladas por los países capitalistas para reconstruir Ucrania.
(Sputnik)
