Formaciones socialdemócratas siempre han catalogado al PSOE como partido de izquierdas. Es muy habitual a dirigentes de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu, por poner tres ejemplos, decir que apoyan al actual gobierno (UP participa de él) para que no gobierne la derecha. Y no sólo eso, cuando sucede algo extremadamente grave e impactante suelen culpar al “Estado profundo”, como si el PSOE no fuera parte esencial del mismo. ¿Acaso los GAL no fueron “Estado profundo”? El partido hoy dirigido por Pedro Sánchez sigue siendo el mismo que el de Felipe González, lo que sucede es que ahora no tiene necesidad de utilizar prácticas semejantes.
Otro ejemplo de su pertenencia al “Estado profundo” es lo sucedido en Catalunya, donde recientemente se ha descubierto otro caso de infiltración policial en movimientos sociales. Este, además, es especialmente sangrante, ya que el agente del “Estado profundo” abusó sexualmente de varias personas. Sí, abusó, porque sencillamente estas no hubieran permitido el acercamiento si hubiesen tenido conocimiento de su condición de policía.
Pues bien, en medio de hecho tan deleznable, al Ministerio de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, lejos de hacer como que hace algo, aunque no haga nada, acaba de premiar al agente de la Policía Nacional, que actuaba con el sobrenombre de Daniel Hernández Pons, con un trabajo en una embajada.
Al parecer, los puestos en embajadas suelen ser los más demandados por los agentes de la policía y de la Guardia Civil. Y no es casualidad, ya que el sueldo mínimo suele rondar los 10.000 euros mensuales, aumentable si es una ciudad muy importante, muy lejana o muy peligrosa hasta los 20.000 euros.
Grande-Marlaska, varias veces señalado como encubridor de torturas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), es un ministro del PSOE, partido que también forma parte del “Estado profundo”. ¿Alguien lo duda?
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