Según la NBC, el principal abogado del Comando Sur de EEUU, Paul Meagher, manifestó antes del inicio de las operaciones las serias dudas legales que existen sobre la base jurídica utilizada por Washington para operar militarmente en América Latina. Sus declaraciones pusieron en cuestión la solidez de las justificaciones empleadas por el gobierno para intervenir en la región, revelando fisuras dentro del propio aparato militar.
Pocas horas después de la publicación de esta información, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, reaccionó de forma contundente en contra de informaciones que «cuestionan intencionadamente los motivos» de los ataques estadounidenses contra las supuestas narcolanchas. Lo hizo además retomando una retórica clásica de la doctrina estadounidense al afirmar que América Latina es “nuestro patio trasero” y que “no podemos permitirnos ignorarlo más tiempo”.
