«Querían que la gente vieran cómo lo hacían», ha dicho la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Tammy Bruce, quien ha recalcado que «cualquier paso para entregar las armas y eliminar la amenaza es bienvenido», teniendo en cuenta que Washington considera al grupo kurdo como «una organización terrorista extranjera».
La ceremonia tuvo lugar dos días después de que se publicara un vídeo de Ocalan desde prisión, el primero en cerca de un cuarto de siglo, para confirmar su llamamiento a favor de la lucha armada y reclamar la creación de una comisión legislativa que se encargue de supervisar el proceso de paz entre el grupo y las autoridades de Turquía.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, celebró el comienzo del proceso de desarme del PKK tras cuatro décadas de conflicto, en lo que describió como el comienzo de un «nuevo día» para el país, antes de destacar que esto supone una victoria total sobre el grupo. «No es el resultado de negociaciones, regateos ni un proceso de concesiones mutuas», zanjó.