E.UU. se está preparando para la “Tercera Guerra Mundial” con China después de que el Congreso aprobó el viernes un proyecto de ley de defensa multimillonario que el presidente Donald Trump había vetado previamente.
Republicanos y demócratas unieron fuerzas para aprobar la Ley de Autorización de Defensa Nacional de amplio alcance por 81 votos contra 14, alcanzando la mayoría de dos tercios necesaria para anular el veto de Trump.
La legislación de defensa de 4.500 páginas establece las prioridades militares estadounidenses para el próximo año, con $ 750 mil millones (£ 548 mil millones) comprometidos para las fuerzas armadas del país en la rara sesión del día de Año Nuevo.
Contiene una serie de disposiciones, incluida una nueva «Iniciativa de disuasión del Pacífico» que hará que el Pentágono gaste $ 18.5 mil millones (£ 13.5 mil millones ) durante los próximos cinco años a medida que expande las capacidades militares en la región.
China se confirma como la principal amenaza percibida para los EE. UU. Que, bajo Trump, aumentó las hostilidades con una serie de provocaciones, sanciones y una guerra comercial.
Al hablar en el debate, el senador republicano James Inhofe, presidente del comité de servicios armados del Senado que redactó el proyecto de ley, dijo: «Estamos en la situación más peligrosa en la que hemos estado antes».
Insistió en que Pekín se estaba preparando para la «Tercera Guerra Mundial» mediante la construcción de bases militares en el Mar de China Meridional, que se encuentra a miles de kilómetros del continente estadounidense.
Sus comentarios fueron apoyados por el demócrata de alto rango que forma parte del comité de servicios armados del Senado, Jack Reed.
El Sr. Reed comentó: “Esta es la primera vez que realmente damos un paso atrás y dijimos: ‘Tenemos una nueva amenaza en aumento en el Pacífico. Tenemos que adoptar una visión holística ‘”.
Se cree que la administración entrante de Biden no alterará drásticamente el rumbo de la postura agresiva de su predecesor.
El mes pasado, el alto funcionario de inteligencia de Estados Unidos, John Ratcliffe, escribió un artículo explosivo en el Wall Street Journal diciendo que China estaba «empeñada en dominar el mundo».
El director de inteligencia nacional de Estados Unidos instó a Washington a prepararse para un «período de confrontación sin fin».
Pero Beijing descartó el artículo como una «mezcla de mentiras».
La diatriba del 4 de diciembre calificó a China como «la mayor amenaza para Estados Unidos hoy, y la mayor amenaza para la democracia y la libertad en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial», insistiendo en que era responsable de la interferencia en suelo estadounidense, aunque no presenta evidencia de la afirmación.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo el domingo que las relaciones entre las dos naciones estaban «en una encrucijada», pero insistió en que podrían volver al camino correcto.
