Sí, fue el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, quien marcó el número de teléfono del legítimo presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Esto lo hizo a pesar de que el Gobierno de los Estados Unidos no le reconoce en el cargó. Entonces, ¿por qué le llamó?
Según información facilitada por la agencia estatal bielorrusa Belta, Pompeo aseguró a Lukashenko (como si los gobernantes yanquis fueran gente de palabra) que la OTAN no presenta amenaza para la república bielorrusa.
Según el mencionado medio, Lukashenko advirtió que «en conformidad con el tratado OTSC (…), Rusia y Bielorrusia se verán obligados a reaccionar en caso de agresión externa por parte de Polonia, Lituania u otros países».
Por su parte, Mike Pompeo dijo que «no hay motivos para temer tales amenazas por parte de la OTAN, ni Polonia, ni Lituania, porque no existen».
Asimismo expresó el apego a la soberanía y la independencia de Bielorrusia y abogó por desarrollar la cooperación, según el canal estatal bielorruso ONT.
Los políticos también coincidieron en que «desde la visita de Pompeo a Minsk en febrero la situación ha cambiado mucho y han surgido y están surgiendo unos nuevos desafíos».
Según el canal estatal bielorruso ONT, Lukashenko dijo que «Rusia es el aliado principal» y destacó «el apoyo (ruso) en ese periodo».
Al mismo tiempo el presidente bielorruso subrayó que «Rusia no interfiere en los asuntos internos de Bielorrusia pero los países están dispuestos a reaccionar juntos ante las amenazas externas».
Lukashenko también informó a Pompeo sobre el diálogo nacional en Bielorrusia.
De acuerdo con el canal, el líder bielorruso abogó por «la solución pacífica de todos los conflictos, incluidos los externos».