Manifestantes han salido a las calles de la ciudad de Fayetteville, en el estado de Carolina del Norte, luego de que un agente de policía que estaba fuera de servicio disparara y matara a Jason Walker, un padre de familia afroestadounidense, el sábado mientras se encontraba frente a su propia casa. El oficial Jeffrey Hash, quien es blanco, argumentó que le disparó a Walker, de 37 años, después de que el hombre afroestadounidense saltara encima de su automóvil. El abogado Ben Crump, quien representa a la familia de Walker, dice que esta muerte parece ser otro caso en el que alguien “dispara primero y pregunta después”. El Concejo Municipal ha pedido al Departamento de Justicia de Estados Unidos que se involucre en la investigación.