La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, subrayó la oposición de Washington a las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre posibles crímenes de guerra en los territorios palestinos ocupados en una llamada telefónica al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el jueves.
Reafirmó la «oposición a los intentos de la Corte Penal Internacional de ejercer su jurisdicción sobre el personal israelí» y «enfatizó el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad de Israel», dijo un comunicado de la Casa Blanca.
La CPI anunció el miércoles que las investigaciones formales examinarían los posibles crímenes cometidos tanto por las fuerzas israelíes como por los grupos armados palestinos, incluido Hamas.
La fiscal principal Fatou Bensouda ha prometido que la investigación se llevará a cabo «de forma independiente, imparcial y objetiva, sin temores ni favores».
Pero Netanyahu ha calificado la investigación de antisemita y el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, quien podría enfrentar cargos, admitió que Tel Aviv estaba haciendo todo lo posible para influir en la CPI.
En respuesta al anuncio de la CPI, el agresivo secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Washington «se opone firmemente y está profundamente decepcionado» por la decisión.
«Israel no es parte de la CPI y no ha dado su consentimiento a la jurisdicción de la corte, y tenemos serias preocupaciones sobre los intentos de la CPI de ejercer su jurisdicción sobre el personal israelí», dijo.