El cierre del Gobierno estadounidense, prolongado desde mediados de septiembre, ha dejado a cientos de miles de trabajadores sin salario y ha colapsado los principales aeropuertos del país. En Washington, el Reagan National opera a la mitad por falta de controladores: bajas por depresión, estrés o necesidad de buscar un segundo empleo. Mientras tanto, el Ejecutivo aconseja a sus empleados negociar prórrogas con sus acreedores. En el país que imprime la moneda de reserva mundial, sus funcionarios piden crédito para pagar la hipoteca.
La parálisis estatal llega al mismo tiempo que se anuncian aumentos en el gasto militar y nuevas pruebas del misil Minuteman III. El presupuesto no se aprueba, pero la industria armamentística sigue cobrando. Trump, lejos de negociar con el Congreso, ordena a los controladores “volver al trabajo ya” y ofrece un bono de 10.000 dólares a los obedientes. El chantaje salarial se disfraza de patriotismo mientras la aviación civil entra en una crisis que ningún decreto puede revertir a corto plazo: falta personal, rutas desorganizadas y equipos fuera de servicio.
No hay “shutdown” técnico, sino agotamiento financiero y político de un Estado que sobrevive moviendo partidas para pagar al Ejército y dejando al resto en suspenso. En 2019 la amenaza de huelga aérea obligó a Trump a reabrir la Administración; seis años después, la fractura es más profunda. Con un 120 % de deuda sobre el PIB y una economía basada en la especulación, EE. UU. se permite paralizar su aparato civil sin que tiemble un solo contrato militar. Un imperio que ya no puede pagar a sus empleados, pero sí sus misiles, se encuentra más cerca del ocaso que de la “grandeza” que promete.
Ya lleva advirtiéndose que el parasitismo financiero estadounidense, incapaz de sostener su hegemonía productiva, acabaría trasladando su crisis interna a todos los planos, empezando por la administración pública. Cuando la deuda se convierte en gobierno y el dólar en único sostén material del poder, la descomposición deja de ser un riesgo y pasa a ser su modo de existencia.
Fuentes:
1. https://www.eleconomista.es/transportes-turismo/noticias/13620379/10/25/el-cierre-del-gobierno-de-eeuu-ya-golpea-a-los-aeropuertos-la-falta-de-controladores-deja-a-washington-a-medio-gas.html
2. https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/fin-del-cierre-de-gobierno-por-que-puede-seguir-el-shutdown-en-los-aeropuertos-de-eeuu-nid11112025/
