Mientras las calles de muchas ciudades estadounidenses albergan a miles de personas sin techo, el gobierno imperialista yanqui, a través del Pentágono, ha anunciado un proyecto de presupuesto por 842.000 millones de dólares para 2023. De ser finalmente aprobado implicaría la cifra más grande de su historia destinada a su presupuesto militar.
Esta escalada presupuestaria ha sido justificada por la subsecretaria de Defensa estadounidense, Kathleen Hicks, para hacer frente al desafío de China, Rusia, Irán, Corea del Norte y las organizaciones terroristas mundiales”.
El presupuesto anunciado supone un incremento de 3,2 % con respecto al año anterior, obtuvo un financiamiento récord de 145.000 millones de dólares para la investigación, desarrollo, pruebas y evaluación, y otros 170.000 millones, cifra también sin precedentes, para la compra de armas.
También contempla una inversión de 61.100 millones de dólares para desarrollar, modernizar y adquirir armamento aéreo letal, lo que incluye cazas F-22, F-35, F-15EX y bombarderos B-21, entre otros, más 48.100 millones para construcción naval.
Esto está sucediendo en un país que alberga en sus calles a muchísima gente malviviendo por falta de vivienda o sin poder ser atendidos en los hospitales porque carecen de dinero para adquirir un seguro médico.
En fin, cosas del país “paladín” de la democracia y los derechos humanos.