Introducción
En el Estado español, en el francés y en otros países les ha dado a los gobiernos por obligar a tener el pasaporte o certificado Covid para poder acceder a prácticamente todos los lugares. Esto ha generado innumerables denuncias y protestas. El motivo es que no se considera una medida sanitaria, sino represora, autoritaria y de control social.
Cualquiera sabe que el citado pasaporte no sirve para evitar los contagios. Y es que muchísima gente que está vacunada se ha contagiado. Estás, por supuesto, siendo poseedoras del pasaporte Covid han podido entrar adonde les ha dado la gana, pasaporte en mano, sin saber que eran positivas y contagiando a otras personas.
Ahora se ha sabido que, desde el inicio de este año, Bolivia también está exigiendo el documento.
Está claro que la honestidad no es la bandera de casi ningún gobierno del mundo. Porque no son honestos cuando dicen que la vacunación no es obligatoria, más bien mienten. Cuando sin presentar el pasaporte Covid no dejan ni asomar por la ventana de casa, ¿no están obligando a que la gente se vacune? ¿Es obligatoria o no? ¿En qué quedamos?
Y que no nos vengan con cuentos. No se trata de vacunación sí o vacunación no, porque muchísima gente que rechaza el pasaporte Covid no es antivacuna, está vacunada.
Por otra parte, se supone que quienes deberían tener miedo a los contagios son los no vacunados, no quienes ya lo están. Y todo parece indicar que es al revés. ¿Será que, en definitiva, ni los vacunados tienen mucha confianza en las vacunas?
La noticia
Bolivia comenzó este 2022 poniendo en vigencia la determinación del Gobierno de exigir el carnet de vacunación contra la Covid-19 para el ingreso a lugares públicos y privados ante el ascenso de contagios en esta cuarta ola de la enfermedad.
Entidades bancarias, telefónicas, centros comerciales, restaurantes, supermercados, terminales de autobuses y aeropuertos empezaron a pedir a la población que muestre su carnet de vacunación que certifique que recibió la vacuna contra la Covid-19 para permitir su ingreso.
La viceministra de Vigilancia Epidemiológica, María René Castro, afirmó este domingo que los movimientos antivacunas actúan lejos de la información y ratificó que a partir de este lunes rige el control obligatorio del carnet de vacunación a todas personas que quiera acceder a las instituciones públicas y privadas.
Dijo que al contrario de lo que dicen el movimiento antivacunas, el ministerio de Salud ha registrado una importante demanda que subió de 20 mil a 76 mil dosis por día, lo que refleja que la gente está buscando vacunas para prevenir el contagio como en la ciudad de Santa Cruz.
“Los movimientos antivacunas (están) lejos de la información, nosotros hemos visto esos papeles que dicen que si te pones barbijo te vas a volver homosexual o lesbiana, es decir, no tienen ni siquiera la idea completa”, declaró al canal estatal.
Reiteró que las vacunas no tienen chips, a ninguna persona lo convirtió en hombre lobo y ni tiene líquido de extraterrestres para que los dominen.
“De los nueve millones vacunados, ninguno ha venido con efectos adversos, sin embargo, es importante, que la persona que está evitando que el resto se vacune, el momento alguien tenga Covid no vendrá a tenderle la mano ni lo llevará al hospital menos le dará medicamentos. No va hacer absolutamente nada”, manifestó.
«Ahora, para poder estar en lugares masivos de personas es obligatorio del carné de vacuna o la prueba PCR», afirmó el viceministro de Comercio Exterior de la cancillería, Benjamín Blanco, tras recibir en un aeropuerto del país el lote de los inmunizantes.
La semana pasada el presidente Luis Arce aprobó un decreto para que todas las personas que acudan a lugares públicos deban portar su cédula de vacuna con esquema completo, es decir con dos dosis de alguna de las marcas Sinopharm, AstraZeneca, Pfizer, Sputnik V o una única de Johnson & Johnson.
Quienes por diferentes motivos rechacen la vacuna, deberán portar una prueba PCR o antigénica realizada 48 horas antes de asistir a un lugar público.
(La noticia es de TeleSUR)