China ha condenado públicamente, a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos contra petroleros que operan en el Caribe, calificándolas de ilegales y contrarias al derecho internacional. Pekín sostiene que estas medidas, adoptadas bajo el pretexto de sancionar a terceros países, vulneran la soberanía de los Estados afectados y alteran gravemente el normal funcionamiento del comercio marítimo y energético. Según el Gobierno chino, Washington vuelve a recurrir a la presión económica y al uso extraterritorial de su legislación como herramienta de política exterior.
Las autoridades chinas advierten de que este tipo de sanciones no solo perjudican a los países directamente señalados, sino que también desestabilizan los mercados energéticos globales y afectan a la seguridad económica internacional, especialmente en regiones como el Caribe. En ese contexto, China insta a Estados Unidos a abandonar las sanciones unilaterales, respetar los principios de la Carta de la ONU, subrayando que seguirá defendiendo un orden internacional basado en reglas y en el respeto mutuo entre los estados.
