La izquierda, con un programa de nacionalizaciones y antiimperialista, obtuvo la victoria. Desde el día siguiente la burguesía, la oligarquía y EE.UU comenzaron la guerra contra la Unidad Popular. Las movilizaciones de los trabajadores se sucedían, las leyes que se podían (no había mayoría absoluta en el parlamento) iban para adelante. La izquierda del mundo miró hacia Chile. Todo empezó un 4 de septiembre.