Bolsonaro decretó el pago de un «auxilio de emergencia» de 600 reales (unos 94 euros) por mes para cerca de 60 millones de desocupados, trabajadores informales y jefas de familia ante el temor de revueltas sociales por la situación económica. Tras los primeros pagos, todas las encuestas reflejan una subida enorme de la popularidad que estaba alicaída del presidente afín a la extrema derecha. Los datos reflejan que la mayor subida se registra entre las personas con mayores carencias.