La monarquía Saudí, amiga de la española, es mundialmente conocida por ejercer una férrea dictadura contra la población. Esto nunca ha sido motivo de ruptura por parte de la monarquía española; al fin y al cabo ésta fue impuesta por otra dictadura (la de Franco), para permitir la continuidad del régimen franquista disfrazado de «democracia» y sin la presencia física del golpista. De modo que, lejos pensar en la ruptura, ambas monarquías se retroalimentan.
La destacada activista defensora de los derechos humanos saudí Loujain al-Hathloul ha sido liberada tras 1001 días en una cárcel de la monarquía árabe.
“¡Loujain está en casa!”, anunció el miércoles la hermana de la activista Lina al-Hathloul en su cuenta de Twitter. Otra de sus hermanas, Alia, celebró la liberación, pero dijo que sigue sufriendo prohibiciones como la de viajar.
La activista, de 31 años, fue detenida en mayo de 2018 por defender los derechos de las mujeres a conducir y el fin del prepotente sistema de tutela masculina que se mantiene en Arabia Saudí. Es decir, por estar a favor de la promoción de la democracia en la monarquía de los Al Saud, muy criticada por su oscuro historial de los derechos humanos.
La reconocida activista emprendió en octubre una huelga de hambre indefinida en protesta por sus condiciones de detención, que van desde el reclutamiento en régimen de aislamiento durante meses hasta torturas, incluidas descargas eléctricas, flagelaciones y agresiones sexuales, según denunciaron los grupos pro derechos humanos.
Ayer, 10 de febrero, un juez de Riad, capital saudí, le otorgó la libertad, bajo ciertas condiciones, debido a la presión de los medios de comunicación y organizaciones internacionales pro derechos humanos que exigían su salida de la cárcel.