Diversos medios se hacen eco de forma un poco sorpresiva de las declaraciones que había hecho el miércoles pasado la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, sobre las consecuencias que tendría para el país germano dejar de usar gas ruso. No dudan en tildar dichas declaraciones como polémicas y, en algún que otro caso, hablan de que la ministra alemana está claramente reculando, lo que tiene su lógica si se tiene en cuenta que ha sido uno de los miembros del gobierno alemán más agresivos con Rusia.
Annalena Baerbock, antigua líder del partido Alianza 90/Los Verdes, hizo las declaraciones en el contexto del posible corte del suministro en el gasoducto Nord Stream 1. Lo fuerte fue que la ministra dijo que su país necesita el gas ruso porque, en caso de que se cerrase el suministro, no podrían «brindar más apoyo a Ucrania, ya que habría multitud de levantamientos populares» y estarían “ocupados” con ello.
Tanta sorpresa causó el argumento dado para justificar/lamentar que Alemania no podía seguir el ritmo de las sanciones a Rusia, que al día siguiente matizó sus palabras, indicando que era “un poco exagerado” lo que había dicho la víspera, pero también explicó que fue expresado de manera “muy intencionada” para explicar por qué Alemania estaba en contra del embargo total sobre el gas y el petróleo de Rusia.
Recordemos que desde Berlín temían que Rusia aprovechase unas obras de mantenimiento para cerrar definitivamente el Nord Stream-1, posibilidad que fue definida por el ministro de economía alemán, Robert Habeck, como “escenario de pesadilla”. Además, se llegó a predecir que el coste energético de los hogares alemanes podría verse triplicado por la disminución de gas procedente de Rusia.
El caso es que el suministro de gas volvió a circular por el Nord Stream-1, alrededor de un 40% de su capacidad. Desde el Gobierno alemán se teme que estos niveles bajos de suministro se mantengan hasta el invierno. Y es que, no en vano, Rusia había advertido que, aun si se reanudaba el flujo del gasoducto Nord Stream-1 tras diez días de parada técnica por trabajos de mantenimiento, podrían surgir inmediatamente nuevos problemas por la reparación de turbinas en el exterior debido a las sanciones aplicadas por los países occidentales por la guerra de Ucrania.
La cosa la tienen que ver tan mal en Alemania que Annalena Baerbock, posteriormente a su “matización” del jueves y a preguntas de los periodistas, definió la justificación de Moscú de avanzar más allá del Donbás como “nueva propaganda”, dejando claro que ni ella misma, tan agresiva con Rusia al principio, tiene más ganas de ponerse beligerante en lo que se refiere a tomar más medidas contra Rusia que no sea emitir palabras de condena.
