27 de Julio de 2025.
El algoritmo no me trajo este recuerdo. Fui a buscarlo. Casi un año después, las imágenes de Gaza son tan horrendas que duele reproducirlas. Duele no poder hacer algo más efectivo, como tomar un fusil por ellos. Ya no son 50 mil, son casi 60 mil y ya no son solo 10 mil niños, son muchos más, más de 100 en los últimos días por hambre… ¡HAMBRE! Ni siquiera se gastaron una bala en ellos.
Que la cotidianidad y nuestros propios problemas no nos hagan olvidar.
15 de octubre de 2024.
Palestina ¿1 a 1?
«No sabemos bien dónde ocurre esta historia. El tema es que sin saberlo, Daniel e Ismail viven en la misma ciudad. Y no solo eso: ambos nacieron el mismo día y ese año al celebrar su cumpleaños para mayor casualidad recibieron casi los mismos regalos»…
Así inicia «Iguales a 1», un libro para niños del chileno Juan Pablo Iglesias.
Trata de 2 niños, uno judío y otro árabe, quizás palestino, que reciben de regalo un balón de fútbol y se conocen en un parque. Una circunstancia fortuita los lleva a cambiar sus mantos y así sus padres los imponen del odio entre ambas naciones. Al día siguiente se vuelven a reunir y olvidan las diferencias que separan a sus adultos. En sus partidos siempre quedan empatados, eufemismo del perdón y el olvido.
Para niños funciona, para niños a quienes no querramos mostrar la verdad.
La realidad es otra.
Esa ciudad hipotética no está en Palestina, cuando más en Jerusalem, porque en ninguna ciudad palestina, judíos y árabes viven como iguales. Y aun los niños palestinos de familias adineradas necesitan salvoconductos para transitar a zonas ocupadas por israelíes.
La inmensa mayoría de los niños palestinos no pueden recibir un balón de fútbol por sus cumpleaños, dependen para eso de la caridad de organizaciones humanitarias o de las milicias de la Resistencia.
Ningún partido entre israelíes y palestinos termina 1 a 1. El último que se está jugando va 2000 a 50 000.
La narrativa del 1 a 1, del perdón, solo favorece a Israel, solo sirve a Estados Unidos y ese mundo donde solo ellos pueden y los demás tienen que perdonar, olvidar y seguir sojuzgados; o por el mercado o por las armas.
Las radiografías que acompañan este post, son de niños palestinos de Khan Yunis, muertos por francotiradores israelíes. ¿Saben por qué?
Porque intentan matar la esperanza de un pueblo, intentan matar a los milicianos del futuro. No quieren que Palestina tenga un mañana.
Israel no quiere empatar 1 a 1. Quiere ganar 10 a 0. Por eso matan niños; 16 000 van en este último partido que se juega.
Y eso Palestina lo entendió… Irán, Hámas, Hezbolá, Oriente Medio y el mundo. Este partido no terminará en empate.
Daniel matará a Ismail, o Ismail matará a Daniel.
