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ALEJANDRO SÁNCHEZ. Como son las cosas… Un año después

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ALEJANDRO SÁNCHEZ. Como son las cosas… Un año después

«Las elecciones cuestan mucho. Los capitalistas y empresas ayudan en los gastos de ellas a los candidatos necesitados y estos, a su vez vencedores pagan con su voto servil el anticipo de los capitalistas».

Si le digo que esta frase fue tomada recién de; «Resumen latinoamericano», «Rebelión», o de la seudoizquierdista «La Red», me lo creería, pero no. Apareció en un artículo de «La Nación», el 15 de agosto de 1886, bajo la firma de un tal José Martí.

Un año después de las elecciones de noviembre de 2024, que ganara Donald Trump, Estados Unidos no está mejor: tiene un billón más de deuda pública (124% de su PIB, la mayor del mundo), vio reducida su calificación crediticia a AA, enfrenta un descenso en la generación de empleos, de desarrollo industrial y producción manufacturera, del PIB previsible para este año y un aumento de la inflación que solo en el caso de la vivienda ya suma 49,5% en los últimos 5 años.

Quizás estos datos no le dicen mucho, pero traducidos sería qué; la aún primera economía global está en riesgo de entrar en recesión, o al menos en una paralización.

Ahora, el panorama es aún más tétrico si le sumamos la suspensión del gobierno más larga de su historia que tiene a 40 millones aproximados de personas en el desamparo y unos 30 millones de funcionarios federales sin pago; incluidos su invencible ejército, FBI, CIA, ICE, DEA, NASA, operadores aéreos e incluso el Servicio Secreto. Las políticas arancelarias impuestas por Trump no se han revertido ni siquiera mínimamente en lo que se pretendía. Una sociedad más polarizada con unas recientes manifestaciones que reunieron 7 millones de personas y un índice de desaprobación presidencial del 36 al 40%, dependiendo de la encuestadora.

Si también agrega que el dólar cayó de ser un 65% de las reservas en divisas internacionales y a formar parte de más del 80% de las transacciones comerciales globales, y ahora esas cifras se vieron reducidas en apenas par de años a menos del 48%; o que el país no logra revertir el «off shore» industrial, que le quedan menos de 15 años de reservas energéticas en la Cuenca Pérmica y está perdiendo la mayoría de las guerras proxys o directas que libra alrededor del mundo, ya el panorama es más bien lúgubre.

Pero no se apure, eso lo saben todos los políticos norteamericanos de ambos bandos y también buena parte del pueblo estadounidense y quienes apoyan a Trump y aún creen que MAGA (analfabetos funcionales incluidos) es un reverdecer del nacionalismo conservador y proteccionista republicano. Tanto Elon Musk, como J.D.Vance, como el propio Trump se encargaron de advertirlo reiteradamente en sus discursos, que antes del Nuevo Siglo de Oro de América, habría que sufrir.

Si no cree que es posible tanta ignorancia en una sociedad, por favor remítase a las tres últimas elecciones en Argentina.

Y algunos dirán; pero, ¿y las marchas? ¿y las recientes derrotas electorales? ¿y los socialistas en New York? ¿y el voto del pueblo?

Pues bien, entender estos temas conlleva primero dejar de mirar a Estados Unidos de rodillas y entender dos axiomas de la ciencia marxista-leninista: El Capitalismo transita a la cada vez mayor concentración de capital y, en ese proceso, genera sus propias fuentes de destrucción; el agotamiento de los recursos y su propio sistema de relaciones.

En esos artículos martianos de más de 140 años se encierran las claves para comprender el resto.

La política norteamericana siempre estuvo en manos de élites millonarias que escogían gobiernos liberales o conservadores según su propia necesidad comercial. En ese proceso de convertirse en el paladín del Capitalismo, Estados Unidos nunca llegó a ser una nación, sino que es una enorme operación de marketing, un producto en sí mismo, es una simulación de país. El American Way of Life fue conceptualizado en la Constitución estadounidense diciendo que el gobierno está en poder de hombres blancos, padres de familia y con determinadas propiedades, y nada se ha hecho después por cambiar eso, por el contrario; cada nuevo emigrante o negro lucha por conseguir ese destino y en ese proceso muchas veces se convierte en el verdugo de los inmigrantes y negros que le siguen.

Esa es la explicación de porqué MAGA tuvo tanto éxito y porqué funciona aún esa sociedad. Pues ese núcleo duro de blancos anglosajones o no, negros y emigrantes conversos al conservadurismo hegemónico y mesiánico yanqui, siempre va a defender lo que considera es América, por más que eso sea una hiperrealidad inalcanzable.

Existe tanta concentración de capital que ahora mismo quienes realmente gobiernan ese país, Europa y medio mundo, no son más que un grupo de 3 o 4 fondos de inversión, 5 o 6 multinacionales de las tecnologías y el entretenimiento, y 8 o 9 súperbancos. Las juntas directivas de esas gigantescas empresas, aunque están domiciliadas en Estados Unidos, Londres o París, no tienen identidad nacional ni compromiso patriótico, sino identidad corporativa.

Ya saquearon Estados Unidos y Europa para lograr su desarrollo, así como parte de sus colonias en el proceso de coloniaje, y ahora que fueron por la tajada final se encontraron con la competencia de nuevas superpotencias empresariales o nacionales.

Si llegaron al punto en que Estados Unidos, su masa física y su supuesto legado cultural, es solo un cascarón vacío de vida, como dijimos anteriormente; un programa virtual que simula una sociedad, le será mas fácil entender que esa sociedad está más cerca que nunca de novelas como «1984» o «Los mercaderes del espacio».

Las recientes marchas contra Trump fueron organizadas por el Partido Demócrata. Eso lo sabe todo el mundo y los demócratas con su versión de capitalismo más light, diversosexual, igual de sionista y racista que los republicanos, no lograrán nunca representar una opción mayoritaria de cambio real. Si creen que el reel de IA de Trump defecándose en esos manifestantes causó un terremoto social, ahí está, y si lo visualizan solo como enajenación mental del mandatario o prueba de su bajeza moral, entonces no recuerdan con que argumentos hizo sus dos campañas electorales y…ahí está.

Pero, ¿Virginia, New Jersey, New York?

No hubo ningún impresionante triunfo demócrata. Debemos ser críticos con las narrativas y sus fuentes.

New York y California son feudos demócratas históricos. Se desmonta el discurso. Lo realmente abochornante es que Zohran Mamdani haya ganado con solo un 10% de ventaja.

Virginia es un estado que habitualmente vota demócrata. Desde el 2016 (y antes), el partido azul gana allí las elecciones por 5 o 10% de ventaja y sin que los republicanos ganen ni un solo voto electoral. Con New Jersey, otro tanto. Otro discurso que se desmonta.

María Elvira Salazar se queja del voto latino que se pierde en La Florida. Claro, le duele pero; ese voto latino era el que usualmente votaba demócrata y en 2024 votó por Trump.

Sin embargo, Bryan Calvo ganó la alcaldía de Hialeah con un 30% de ventaja prometiendo mano dura contra Cuba, y en Miami Beach se reelige; Steve Meiner, un sionista acosador de mujeres. Lo normal. Y suficiente para que en Cuba se entienda que quienes votan, cubanos, en ese estado y ciudad están tan politizados contra su país de origen que ahí no tenemos nada que buscar, y no la emigración batistiana, no. Son más del 60% de quienes emigraron después de 1992.

Pero, ¿no es Mamdani una alternativa? Zohran es tan falso como socialista como lo es que Trump sea un ángel de Dios. Para empezar, ningún político estadounidense llega a un cargo sin apoyo económico de élites. Segundo, su partido, Socialistas Democráticos de América, es socialdemócrata, no socialista. Son meros gestionadores de las crisis sistémicas del Capitalismo, administradores de capitalismos más amables. Es una organización con tan poco seguidores que él, Alexandria Ocasio-Cortés o Rashida Tlaib, se postulan por los demócratas.

Pero vamos a imaginar que en verdad intente algo; si aumenta impuestos, solo por poner un ejemplo, a los grandes bancos, financieras o bufetes legales domiciliados en New York. Estos sencillamente se irán con sus oficinas a Londres, Cincinatti, Miami, Singapur, Panamá, ¿Tumbuctú les parece bien? A lo más que llegará Mamdani es a negociar un aguinaldo más abultado, o un show de Fin de Año en Times Square  más fastuoso. New York depende de una economía terciaria, sin Wall Street y Broadway, se muere de hambre.

Un paréntesis antes de terminar.

Estados Unidos no está acabado. Y su supuesta derrota en República Dominicana en la Cumbre de las Américas lo demuestra. Nunca América Latina ha estado tan dividida como ahora. Divide y vencerás, es una máxima de los Imperios.

En fin, Estados Unidos está peor que en 2024, pero no es culpa directa de Trump y muy probablemente no sea trágico para quienes se escudan tras MAGA. Ese país y su sociedad están sufriendo las consecuencias directas del capitalismo en su más puro estado de salvajismo.

Trump está ahí, y estará, mientras lo decida la élite que lo aupó, a saber los grandes monopolios tecnológicos, alguna que otra petrolera y par de industrias armamentistas.

Estará ahí hasta que deseen, como mismo liquidaron a Keneddy, y quitaron apoyo a Carter para poner a un actor como Reagan que embaucara a la URSS, y luego pusieron a un hombre fuerte de la CIA, como Bush padre para firmar la derrota del Campo Socialista, como colocaron a un amigable Clinton ya ganadores de la Guerra Fría, y luego a Bush Junior cuando necesitaron a un tarado que fuera la imagen de sus guerras por el petróleo, para luego llevar al poder al primer negro con el objetivo de suavizar el rostro del Imperio y comenzar a «wokear» al mundo.

Trump estará ahí. Próximo a cumplir un año de mandato y continuará otro más, y quizás su partido pierda las elecciones de medio término, y probablemente entonces se deshagan de él. No antes, para que en virtud de la 25 Enmienda, terminé el mandato Vance como presidente interino y pueda postularse en 2028 y 2032.

Vance, el amigo de los Señores Tecnofeudales de Silicon Valley y de los ideólogos del postliberalismo conservador, o del Fascismo del Fin de los Tiempos, pudiera estar en el poder por 10 años y quién sabe…

Recuerde: «Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa».

Karl Marx. El 18 Brumario de Luis Bonaparte.

(De su Facebook)

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