En fechas en las que se habla de paz, de amor y de estar en compañía de gente querida, Ecologistas en Acción recuerda que la paz que anunciaron Donald Trump y Benjami Netanyahu y entró en vigor el pasado 10 de octubre no ha llegado. Es más, el genocidio continúa en forma de ataques y asesinatos diarios, bloqueo de ayuda humanitaria, abandono de la población ante fuertes temporales, ocupación y apartheid que se suma a la colonización, expulsión y limpieza étnica del pueblo palestino desde hace al menos 75 años. Todo ello unido a un ecocidio que, contaminando agua y arrasando con los cultivos, busca imposibilitar la vida de la población palestina.
Por ello, y como parte de sus consejos festivos, este año la organización ecologista vuelve a sumarse a la campaña de la plataforma Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para hacer un llamamiento por el boicot en las compras: “Ahora que se acerca uno de los periodos de mayor consumo del año, el boicot del consumo es una herramienta efectiva de presión social para frenar las agresiones de Israel bajo la complicidad de la comunidad internacional”.
En el centro de la campaña de boicot se sitúa Carrefour, una multinacional que cuenta con más de 50 establecimientos en Israel, ha regalado lotes de productos a soldados del ejercito israelí, vende productos fabricados en Israel y tiene acuerdos y alianzas con empresas israelíes activas en la industria de los asentamientos ilegales en Cisjordania cómplices del genocidio, tales como Electra Consumer Products, Yeinot Bitan o el banco Hapolaim.
Ecologistas en Acción se suma a la denuncia pública de Carrefour y a las movilizaciones que, durante los próximos días, se esperan en diferentes territorios del Estado español para señalar a esta cadena de supermercados e informar a la ciudadanía de su complicidad con las masacres del pueblo palestino. Unas movilizaciones a las que en las últimas semanas también han recibido cadenas de ropa como Zara o restaurantes de comida rápida como McDonalds.
Según Enrique Quintanilla, portavoz de la organización ecologista, “las campañas de desinversión y boicot contra estas empresas, cuidadosamente seleccionadas, aumentan la presión sobre ellas para que pongan fin a su complicidad con la opresión del pueblo palestino. Ya ha ocurrido en el pasado, por ejemplo, con la marca de ropa deportiva Puma, que hace un par de años no renovó su contrato de patrocinio con la Asociación de Fútbol de Israel (IFA), que gobernaba y abogaba por mantener equipos en asentamientos ilegales israelíes en tierras palestinas robadas”.
Unas fiestas con menos y mejor consumo
Ecologistas en Acción llama al boicot a Carrefour no solo por su complicidad en el genocidio en Palestina, sino también por el modelo de consumo que reproduce. Su funcionamiento de gran distribución genera grandes impactos ambientales y sociales, ya que se basa en un modelo deslocalizado, derrochador de energía, generador de desperdicio alimentario y de ingentes cantidades de envases, que genera menos puestos de trabajo que el pequeño comercio. Algo que aprovecha el poder que le otorga su amplia cuota de mercado para imponer precios en origen abusivos y que concentra la riqueza.
Como alternativas a la compra en Carrefour, Ecologistas en Acción apuesta por opciones más justas y sostenibles ambientalmente como es el caso del pequeño comercio, que garantiza una mejor distribución de la riqueza y la creación de empleo. También por opciones que apuestan por relaciones comerciales justas y por la venta de productos locales y de producción ecológica.
Como cada año, la organización ecologista incide en su apuesta por un consumo en el que los actores respeten los derechos humanos, frente a las injusticias que esconden el modelo de consumo actual dominado por grandes empresas que anteponen los beneficios económicos por encima de las personas.
En esta línea, además de llamar al boicot comercial a algunas marcas, Ecologistas en Acción recuerda sus habituales consejos navideños, entre los que destaca descansar y disfrutar de planes sencillos y en buena compañía. Además, pone el acento en el mencionado consumo local, la apuesta por regalos –desde juguetes a todo tipo de productos y alimentos– procedentes de la Economía Social y Solidaria o del comercio local, suscripciones a medios independientes y cooperativos y/o regalos no materiales en forma de tiempo y momentos compartidos, la celebración de cenas y comidas sabrosas pero sostenibles, y, en general, la reducción del consumo y de la huella ecológica así como la promoción del activismo, el asociacionismo y el ecologismo social.
Luis Azorín, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “Las palabras de solidaridad y paz, tradicionalmente asociadas a las fiestas navideñas, cada vez quedan más olvidadas en la vorágine consumista de estas fechas. Sin embargo, la masacre que el ejército israelí está perpetrando en Gaza hace imprescindible que demos protagonismo a estos valores, transformando el tradicional consumismo desaforado en un consumo más racional y crítico enfocado a la defensa de los derechos humanos”.
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