Se trata sobre el anuncio de ayer, por parte del Gobierno español y EH Bildu, del acuerdo a que ambos alcanzaron para prorrogar el llamado “escudo social”.
Ayer, también, señalamos en este diario que, en realidad, el “escudo social del que hablan “no para ni la flecha más endeble de las muchas que diariamente lanza el capitalismo contra el proletariado”. Los desahucios de personas vulnerables, por ejemplo, no se han erradicado; siguen produciéndose. Están vendiendo humo, como siempre. Y lanzamos esta interrogante: “¿por qué tratan de colocarse una medalla que no les corresponde?”.
Ione Belarra tiene algo de razón (no mucho, realmente) en lo que dice. Pero no es precisamente ella quien debe decirlo o mostrarse tan crítica, intentando claramente ganarse unos puntos. ¿Acaso no se acuerda de que el pasado año ella alardeó de haber conseguido exactamente lo mismo? Es decir, nada, o casi nada, que no es lo mismo pero es igual.
La portavoz del Sindicato Socialista de Vivienda de Euskal Herria Karla Pisano se lo recuerda así de claro y preciso:
“Ione, está muy bien radicalizar el discurso, pero hacerlo sin tener en cuenta las condiciones que te llevaron, en primer lugar, a moderarlo, no sirve de nada… Ahora criticáis el alcance de la moratoria (algo obvio para quien tenga ojos) pero el año pasado, cuando fue Podemos el que vendió como triunfo propio la renovación, todo eran vítores e hipérboles. Entonces no reparasteis en que la palabra «prohibición» era un insulto a la realidad. Ahora que el PSOE ha querido dejar el gusto de vender migajas a precio de gulas a EH Bildu, es cuando criticáis.
Cuando los partidos políticos de la socialdemocracia se ocupen en igual grado de anunciar medidas y de supervisar su real aplicación es cuando habremos avanzado algo. Mientras tanto, todo será artificio. Por cierto, ¿Qué ha sido del error de Bildu y ERC que ibais a arreglar?”
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