Pedro Sánchez y Zelenski ultrajan el Gernika
El Gernika fue la respuesta del pintor malagueño al encargo del Gobierno de la República en el exilio, que sugiere a Picasso un mural para el pabellón español en la Exposición Universal a celebrarse en París el 12.6.1937. Finalizado el cuadro dicta su regreso para cuando se restaurara la República, en 1970 Picasso consciente de que ni muerto el dictador, firma una nueva declaración indicando que el cuadro debería ser devuelto »cuando se restablecieran las libertades» (¿?) y las “libertades” llegaron de la mano de Carrillo y la obra histórica custodiada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) regresa al E. español en 1981. Pero aún en 2025 la única restauración real es la de la realeza golpista y la obra maestra ni siquiera se encuentra instalada en el pueblo bombardeado. En una de las fotos Pedro Sánchez abraza a Zelenski, preside al fondo la bandera golpista que provocó ríos de sangre, persecución, cárcel, desaparecidos, condenas a muerte, campos de concentración, exilio…
Hay presidentes de gobierno que actúan como bandidos de la política, en sus gobiernos reina la magia sobrenatural, actúan como pistoleros o capataces del capital, la falsedad les identifica, prostituyen la palabra, expanden la corrupción y resplandece la degradación. Entre todos esos mediáticos presidentes me sorprende la huella internacionalizada de la zancada, el aire y los humos del ucraniano Zelenski, se desenvuelve entre aliados como el hijo primogénito consentido bufón de feria del imperio. Fenómeno devastador en garras del huracán cada vez más engreído en su papel de presidente ilegítimo presto a cambiar el rumbo de la historia, ansioso de insertarse en ella como protagonista insaciable de los efectos más devastadores, carnaza deforme que la cúpula banquera utiliza como esbirro de sus siembras. Allá por donde pasa arrasa con euros, dólares y máquinas de guerra, contiene un acúmulo de odio tan grande que no es sino reflejo de una personalidad acomplejada obsesiva dispuesta a ser coronada llevando a su pueblo a la muerte. Recorre el mundo como paje de guerra limosnero a lo ciego del lazarillo de Tormes. Se le acaba el tiempo, es consciente, pero aún así quiere más, más, más armas, más dinero para seguir sacrificando a los suyos o a los otros, sean comunistas, sean sindicalistas, sean separatistas, sean de Odesa, del Donbass, de Crimea… Zelenski gira por el mundo grita e implora más crímenes de guerra, más armas más condiciones favorables para realizar ¨su obra maestra¨ quiere convertirse en huracán pero él sabe que es un simple tornado. Se cree gallo de pelea, pobre gallo bataraz… »se te está abriendo el pellejo, ya ni pa’ dar un consejo, como dicen, te encontrás, porque estás enclenque y viejo ¡Pobre gallo bataraz!» ¡Por fin su visita oficial para ver el Gernika, su frivolidad es despiadada, pretende hacernos creer que el vino es agua y el vodka zumo de naranja! Y que la majestuosa obra de Picasso explica mejor que sus patéticos discursos y nefastos crímenes de guerra lo que vive según él Ucrania: ciudades arrasadas, civiles huyendo… y un fascismo avanzando que siempre oculta. Para el pelele de la Casa Blanca: <<lo que pasó en Gernika en 1937 es el espejo de Bucha o Irpin>>. En abril de 2022 lo dio por llamarlo »guerra recién estallada» buscando resorte en su campaña internacional a la mendicidad económica y bélica en las imágenes de Bucha, Mariupol e Irpin. Los asesores de la CIA y el PENTAGONO le mandaron responder: «¡Parece que estamos en abril de 1937!». Y siguió en retahíla de asesoramiento al pico de loro aplicado: »Gernika en 1937 perdió 1.654 civiles… nosotros »¡según dicen los rusos!», Ucrania desde 2022 suma más de un millón de muertos (¡Merecemos otro Gernika!). Zelenski dice que solo unos pocos han perdido la vida pero lo cierto es que ya no tienen sitio donde enterrar a sus soldados, nos quiere sensibilizar no por ello, sino para que aceptemos las “ayudas” del robo a manos llenas a la vez que utiliza de forma miserable las víctimas del Gernika tergiversando la historia, haciéndose así mismo víctima, para crear un clima de guerra permanente.
El ojo de Picasso lo mira desafiante. Cuando los soldados alemanes solían venir a mi estudio preguntaron si había pintado el cuadro «Guernica», a lo que respondí: «No, ustedes lo hicieron».
Que comparación más despiadada ante las dos potencias nazis que en apenas unas horas generaron tal matanza y destrucción, qué perspicaz para sus intereses mercenarios involucrar el cuadro del Gernika. Si quiere seguir jugando a ser víctima del 1937, aplicado a su país, Pedro Sánchez le podría haber informado que en la carretera Málaga–Almería fueron ametralladas miles de personas: «Éramos miles de todas las edades, huyendo despavoridos, aterrados, perseguidos como conejos por tierra, mar y aire, ¿es que no quedó nadie para contarlo? ¿Es que no no hubo testigos que hubieran podido escribir sobre aquello?» ¡Pero Zelenski quiere su Gernika!!! Pongamos otro ejemplo, solo uno más, la escalofriante escabechina en la Plaza de toros de Badajoz ¿Conoce su demente conocimiento este y otros datos para poder especializarse en el sentido de la obra del Gernika? Los hechos son mucho más graves que los que ofrece Zelenski, ¨el campechano¨ ucraniano se presta a las mil maneras de gobernar y matar con la misma ‘naturalidad’ que cantar la tabla de multiplicar. Por el contrario nosotros tenemos nuestra tabla propia, la que nos enumeró el dramaturgo Bertolt Brecht, la de las mil maneras de matar que canta las verdades, la de los resortes de la tiranía y sus crímenes de guerra. Sí, Zelenski, hace del crimen la pedantería a lo gabacho de su ego, escenario patológico del ofrecer mal por bien, un ser descabellado que lo único que le importa, es lo que le puede importar al PENTAGONO y a la OTAN y que broten los ríos de sangre. Llora y patalea ser víctima de los rusos aferrado al Gernika de Picasso ¿Acaso el antagónico stalinista antileninista antimarxista antiobrero anticomunista anticampesino antisocialista olvida que eran preferentes de Picasso y por ello se involucró en denunciar los crímenes del nazismo? Lacayo pretencioso que quiere imponer como sea al precio que sea que el mundo gire alrededor de él, obligar a que se le reconozca como víctima de los rusos y para ello acude a ver el cuadro del genio internacional. Pero no los campos de exterminio donde asesinaron a miles de republicanos, que persiguieron y prohibieron tanto artista como a Picasso, que mataron tanto poeta como a Miguel Hernández de las mil formas de matar, y entre miles de artistas y escritores a García Lorca, a docentes, obreros y campesinos… ¡Insiste y patalea desde 2022 hasta dentro del Parlamento español queremos otro Gernika contra los rusos! <<¡Nació un nuevo Gernika! ¡¡Lo que Ucrania vive puede convertirse en el anticipo de nuevas guerras si el mundo mira hacia otro lado, exigimos responsabilidades!! ¡Que Europa vea en ese lienzo en blanco y negro lo que está en juego hoy, que la historia puede repetirse si no se frena a tiempo, que la lucha de Ucrania no es solo por su territorio, sino por los valores democráticos que se están defendiendo allí para todo el continente!>>.
Que comportamiento más patético que visión más ruin del simbolismo picassiano, derrapa por el fango de la mugre del genocidio que el yanqui y sionista va sembrando en Palestina y todo oriente. Su visita no es bienvenida, el Gernika no es su cuadro, Zelenski es consciente que entrega a Ucrania como base de guerra al imperialismo y sus lacayos. Somete al pueblo al matadero y los más pudientes han huido por decenas de miles, los hay que apuesten por ‘su guerra’ la apoyen desde los balnearios cara al sol. El peor ataque civil al pueblo ucraniano es Zelenski no hay peor enemigo que el que promueve un genocidio en su propio país. Ni usted, presidente de Ucrania, ni el presidente del E. español, representan la paz de ningún pueblo, solo la que impone el propio PENTAGONO: la destrucción de la independencia de los pueblos contra la tiranía bélica. La España de Pedro Sánchez, es una, grande y libre, de explotación y supeditación al yanqui agresor; ese es su nuevo paquete de ayuda a Ucrania, la que lleva impresa el cuadro de Picasso, el nazismo que encarna la destrucción a la que somete a su propio país. Picasso lo denunciaría en su obra por crímenes de lesa humanidad, contra la población civil del Donbass, prohibiendo todos los partidos de izquierdas, encarcelando, torturando, persiguiendo y asesinando a sus militantes: Franco también prohibió a los vascos hablar su lengua por eso Picasso no dudó en el objetivo que más perforaría al fascismo mostrando las bombas del nazismo europeo cayendo sobre Gernika.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
